El inquietante videorreportaje publicado por una revista neoyorquina; las investigaciones reveladas sobre la red de corrupción en la provincia durante el sexenio del Profe Moreira, y el nuevo marco legal impulsado por el preciso Enrique Peña Nieto en materia de hidrocarburos, han puesto sobre la mesa una espeluznante historia que bien podría titularse: La reforma energética, el crimen organizado y el escándalo de Coahuila. Y es que el videorreportaje referido revela cómo durante los últimos años un cártel del narcotráfico se las ha ingeniado para robar ingentes cantidades de combustible a Pemex en los estados del norte para venderlo de este lado del río Bravo y del otro también. El testimonio sugiere interesantes cuestionamientos en torno al futuro de este curioso fenómeno en el marco de la reforma peñista que da entrada libre al capital privado extranjero para la extracción del otrora tesoro nacional.
¿Cómo se va a garantizar la seguridad en los ductos del oro negro una vez que entren las empresas particulares a hacer negocio con los veneros que el diablo legó a este país? ¿Quién se encargará de blindar la tan anunciada bonanza que, dicen, vendrá para que los largos tentáculos del crimen no acaben por contaminarla? Porque resulta angustiante saber -y aquí es donde entra a escena la trama coahuiltexana- que, de acuerdo a las investigaciones de los agentes del Tío Sam, operadores de la pasada administración estatal tuvieron vínculos con un cártel para lavar millones de pesos en sobornos a través de contratos para minería que nunca se ejercieron, además de los millones de pesillos extraídos de las arcas públicas. Si, como se ha dicho, en la reforma energética los mandamases provinciales jugarán un papel preponderante en el extraño esquema de “ocupación temporal” de predios para explotación de gas y petróleo, surge la incómoda pregunta ¿cómo se evitará que los capos muevan sus peones y alfiles para poner en jaque, otra vez, al Estado en el nuevo tablero de ajedrez energético? Algunos conocedores de la cosa pública apuntan a que la instalación de bases militares en el norte de la entidad tiene que ver más con esto que con evitar el famoso efecto cucaracha por la limpia que, dicen, se aplica en Tamaulipas. De ser así, vamos a ver si funciona. Si no, que el Todopoderoso agarre a los coahuilenses confesados, comulgados y hasta ungidos.
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Tremenda sorpresa la que se llevaron el prefecto Rubén Moreira y el jefe nacional de las huestes priistas, César Camacho, en la visita que éste realizó el jueves a la peronera capital. Y es que mientras el César del tricolor se explayaba en su panegírico hacia don Rubén, de pronto un grupo irrumpió en el mítin para entonar al unísono una particular consigna: “¡Humberto Moreira para diputado!” ¡Recórcholis! Nuestros subagentes disfrazados de arrieros nos informan que las miradas del gober y su líder fueron de total desconcierto. Conforme el grito se hacía más fuerte, Camacho tuvo que hacer una modificación a su discurso apologético para dejar en claro quién manda en la tribu: “Es de gente bien nacida ser agradecida, pero esta noche su líder soy yo”. ¡Chanfle! Este incidente se suma a otros que se han venido dando en la provincia que hacen pensar en un posible retorno del “Profe de la Deuda” al pancracio político. O tal vez sólo se trate de una estratagema para incomodar al gran patrón del partido y al prefecto provincial, ya que, como recordará amigo lector, Moreira I también fue jefazo del PRI, aunque no duró ni un año al frente. Con este panorama, los maldicientes comentan que vale la pena no olvidar los asuntos pendientes por explicar que tiene don Humberto y que, además de la oscura deuda estatal, tienen que ver con las campañas electorales en sus tiempos de jefazo del tricolor. El caso más intrigante es el de Michoacán, en donde Moreira aplicó todos sus esfuerzos para que el depuesto -perdón, renunciado- Fausto Vallejo llegara a la gubernatura; polémico personaje cuyo hijo está siendo investigado por vínculos con La Tuta y los llamados Caballeros Templarios. ¿Tampoco sabía nada don Humberto de estos turbios nexos?
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Ya entrados en asuntos electoreros, ha llamado poderosamente la atención la constante postergación por parte del Tribunal Electoral de Coahuila de la resolución sobre las “pluris” que exige el PAN, partido que, dormido en sus espinosos rosales y luego de su escandalosa derrota, se quedó sólo con una para la próxima legislatura estatal. Dicen nuestros subagentes infiltrados que el tema se ha empantanado porque conceder más hamacas a los panistas significaría quitarle las suyas a los partidos comparsa del PRI, principalmente el PRC de Abundio Ramírez, quien ya se sueña de nuevo en el Congreso, y el PCP, de José Luis López, quien luego de haber propuesto crear autodefensas en Coahuila quiere acomodarse en el parlamento local. Para presionar, las huestes de Ramírez y López han protagonizado protestas en la sede del Tribunal con pancartas, tractores y hasta vacas con el fin de intimidar a los magistrados para que no les den a los panistas lo que piden. Y parece que está funcionando, porque los vicarios de la Justicia Electoral le han dado la vuelta al asunto en varias ocasiones y no se ve para cuándo. Los malpensados creen que los integrantes del Tribunal temen enemistarse con el partido en el poder, más que con los negocios de don Abundio y José Luis.
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Más tensas que nunca se muestran las relaciones entre Laguna Yo Te Quiero y los gobiernos de Coahuila y Torreón. Y es que, como se sabía desde finales del año pasado, la asociación civil tiene pensado enfocar sus esfuerzos de convocatoria para reforestar en un día espacios de diversa índoles en la región. Aunque originalmente la meta era más alta, finalmente quedó en 25 mil árboles. Pero ya se les adelantó el alcalde Miguel Riquelme, quien erigido de motu proprio como jefe político de La Laguna, ordenó -disculpe, invitó- a los ediles de las ciudades hermanastras a que lanzaran una campaña de reforestación. Pero el gobierno estatal de don Rubén no quiso quedarse atrás y esta semana anunció su propio programa “verde” con el objetivo de sembrar ¡250 mil árboles y plantas de ornato! Es decir, diez veces más que lo proyectado por los chicos querendones, en una acción que para el respetable es interpretada como un abierto desafío a la llamada campaña ciudadana. Lo curioso es que este programa se anunció sólo para Torreón y el arranque coincide con las fechas de Laguna Yo Te Quiero. ¿Casualidad? Para los espectadores de colmillo retorcido, no, quienes ven que las autoridades continúan en su estrategia de arrebatar las banderas a organismos civiles que considera non gratos. Ahora bien, no está mal que haya tantas iniciativas para reforestar a la capital de La Laguna, el asunto es ¿cómo se va a garantizar que las casi 300 mil plantas sobrevivan? Porque, como lo sabe bien Susana Estens, directora de Medio Ambiente y cabeza del plan del ayuntamiento, sembrar árboles y que sobrevivan no es “enchilame otra”.
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Y a propósito de los “empalmes” de proyectos que luego dejan mucho a desear, un caso que bien ejemplifica este fenómeno es el del recarpeteo de la ciudad, para el cual -como se habrá dado cuenta, atento lector- hay tres acciones en marcha: una de la Junta de Mejoras, que para eso se le paga; otra, “Cero Baches” (que más bien debería llamarse “Baches en Forma de Cero”), del ayuntamiento, y el famoso “Bacheador”, del gobierno estatal. Con tanto esfuerzo empalmado ¿no cree usted que las vialidades de Torreón deberían estar más tersas que la pista de aterrizaje del aeropuerto JFK de Nueva York? Basta darse una vueltita por colonias del oriente y vías del segundo y tercer cuadro de la ciudad para ver que el paisaje lunar de las calles sigue siendo la constante.
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Al César lo que es del César... y también lo que es de Dios. Parece que el viejo adagio cristiano ha sido reinterpretado así por las autoridades municipales, estatales y federales, en su relación con la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Primero la oficina de recaudación del preciso Peña Nieto anunció que todas las asociaciones religiosas serán fiscalizadas a partir de 2015. Ahora, acá en Torreón, el gobernador Moreira y el alcalde Riquelme preparan lo que se bien se puede ver como una despedida para el obispo José Guadalupe Galván Galindo, quien está próximo a su jubilación. Y es que un día antes de la celebración del 107 aniversario de Torreón se ofrecerá una misa de agradecimiento al Altísimo porque las cosas ya marchan menos peor en materia de seguridad y para pedirle que sigan mejorando. Pero no sólo eso, también, a manera de legado del líder de la Diócesis de la Perla de La Laguna, el ayuntamiento planea rescatar la histórica Casa Mudéjar para convertirla en un Museo de Arte Sacro, a solicitud del mismo obispo. Si a lo anterior sumamos el proyecto de construir un teleférico del Cristo de las Noas a la Plaza Mayor, pues queda configurado un bonito cuadro de matrimonio entre el Estado Laico y la Santa Iglesia.