Murmuran los maldicientes que, contrario a lo que comúnmente se cree, la Gestapo, esa agencia encargada de investigar todas las tendencias peligrosas para el Tercer Reich, no desapareció, sino que vive en el corazón de ciertos gobiernos en todo el mundo e incluso aquí mismo en la Perla de La Laguna. Esta conclusión se desprende de las recientes declaraciones dadas por el contralor municipal, Javier Lechuga, respecto a la información del ICAI de que el ayuntamiento de Torreón es el campeón en Coahuila de “bateo” de solicitudes de transparencia. Y es que don Javier, en vez de vigilar y jalar las orejas a los funcionarios incumplidos, como debería ser su chamba, dijo que tiene “bien identificadas” a las “cinco personas” que presentan la mayoría de los recursos de revisión y que, según él, lo hacen para “ensuciar la imagen del gobierno”. ¡Pum!
Esta aseveración más que mostrar las cualidades detectivescas a la Sherlock Holmes de petatiux del contralor parece una amenaza para quienes cometen la osadía de preguntar qué hacen los funcionarios públicos con los recursos del sufrido pueblo. Es decir que para el contralor es más importante averiguar y amedrentar a los ciudadanos hacen uso de su derecho a estar informados de la cosa pública que auditar y poner la lupa sobre los traviesos que abundan en la administración municipal u obligar al departamento de Informática a que tenga a punto la información en Internet. El contralor Lechuga bien podría empezar por publicar cuántas auditorías ha realizado, a cuáles dependencias y con qué resultados, ya que en la página web oficial de la administración riquelmista las últimas que aparecen son de diciembre de 2013. Ahora bien, si de investigar se trata, podría averiguar por qué el ayuntamiento hasta ayer no había publicado en su página el gasto de propaganda, las actas de entrega-recepción y todos los contratos celebrados, entre ellos el polémico arrendamiento de vehículos. Pero los malpensados comentan que tal vez no habría que pedirle peras al olmo, ya que el despacho de Javier Lechuga fue uno de los beneficiados con contratos de auditoría al Simas en la pasada administración, cuando el organismo presentó uno de los peores desórdenes de su historia reciente. Así las cosas.
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Ya entrados en la grilla, nuestros subagentes vestidos de cornetas tricolores nos informan que al interior del PRI las aguas han empezado a revolverse generando harto ruido de cara al proceso electoral de 2015 para la renovación del centro recreativo con bonos incluidos que es Congreso de la Unión. Resulta que corren fuertes especies que apuntan a que se le están cayendo las patas a la silla del diputado del Partido Primero Coahuila, Francisco Dávila Rodríguez, como presidente local priista y que Shamir Fernández Hernández, diputado local electo, del corral Riquelmista, surge como una de las opciones para pastorear el rebaño del establo tricolor en el municipio de Torreón. Y dicen que tan avanzadas están las cosas que, en caso de una elección interna, ya se tiene preparada la estrategia con los comités municipales bien puestos para la causa. Los demás suspirantes por obtener esta designación tendrán que guardarse sus ganas para la próxima pues en eso de las definiciones de candidatos en la Laguna la mano del gobernador Moreira y del alcalde Riquelme todavía pesan. Y corren apuestas pues la convocatoria ya fue lanzada y el relevo no tarda, aseguran. Ante esto surge la pregunta de qué hará don Paco sin hamaca en el congreso y sin su silla en el comité municipal del PRI.
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El pleito que sigue dando de qué hablar en el pancracio político estatal es el de los M&M’s. Pero no crea que hablamos de los famosos chocolates confitados, sino de las huestes de Enrique Martínez, secretario de Agricultura, y de las hordas del gobernador Rubén Moreira. Resulta que cierta asociación “ciudadana” -que más bien parece el Parque Jurásico de tres colores- invitó recientemente a Enrique Martínez Morales, delegado de Economía en Nuevo León e hijo del también exgobernador, a dar una conferencia en La Laguna sobre temas económicos y de competitividad, tan de moda en estos días. Dicen los que dicen saber que en principio dicha plática estaba contemplada a realizarse en Torreón, sin embargo, terminó en un recinto de Gómez Palacio debido a que el señor gobernador movió las pocas palancas que tiene en la capirucha del esmog y que, incluso, le habló al patrón de Enrique Jr., el secretario Ildefonso Guajardo, para reportarle que el hijo del titular de la Sagarpa había violado el exilio -perdón, andaba fuera de su jurisdicción- metiendo ruido entre el rebaño sagrado priista. Así fue que, para no incomodar al jefazo provincial, los de la asociación decidieron cruzar el río Nazas, al igual que algunas empresas quieren hacer ahora que les endosaron más responsabilidades con la controvertida Ley estatal de desaparecidos. Y es que, como ya se ha dicho, el delegado Martínez Morales está preparando su regreso a la arena coahuilense en pos de la tan negada diputación federal con miras a ser suspirante a la gubernatura y así relevar al grupo político que tiene casi una década haciendo y deshaciendo en Coahuila, por lo que no es muy bien visto por el régimen moreirista que no se resigna a la idea de que sus días puedan estar contados.
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A propósito del gober, ha llamado poderosamente la atención la afición que tiene la máxima autoridad de la provincia de divulgar cada vez que puede las fotografías en las que aparece a un lado del preciso Enrique Peña Nieto. Incluso, la cuenta del mandatario estatal en twitter muestra una imagen con el titular del ejecutivo federal en una de sus visitas a la antigua Nueva Extremadura (que no a La Laguna). Pero lo que desconcierta de estos afanes por mostrarse cercano al ocupante de la silla del águila de Los Pinos es que no se han traducido aún en los beneficios que tanto se ponderan en el discurso oficial. Además de que, como ya lo consignaron nuestros subagentes, el gran tlatoani de la República mencionó apenas de pasadita a Coahuila en su segundo informe de gobierno para presumir obras que en su mayoría no están terminadas, ahora en el paquete económico 2015 que entregó el emisario de Lolita, Luis Videgaray, a la Cámara de Diputados, los recursos contemplados para obras de infraestructura, que no para inversión pública productiva, que es un rubro más amplio y en el que sí hay crecimiento en Coahuila, son considerablemente menores a los esperados, o sea, manzanas con manzanas, para que no digan. Incluso, en ese mismo rubro, la mayoría de las obras que se consideran para la entidad son continuación de proyectos añejos que por extrañas razones no han sido terminados. Entonces, coincidirá amigo lector, en el Palacio Rosa aplican el refrán “Santo que no es visto, no es adorado” y más bien tendrían que ir como las quinceañeras a poner al santo de cabeza.
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Quienes andan muy activos -o, al menos, eso aparentan- luego de un largo letargo que los llevó a perder, otra vez, el Congreso local, son los panistas coahuilenses que sobreviven pegados de la ubre del erario federal. Y es que nuestros subagentes disfrazados de infiltrados en el partido azul nos cuentan que en los últimos días las huestes del diputado pluri Guillermo Anaya han aparecido en varios lugares haciendo labores proselitistas. Por una parte traen el cuento de hadas de la consulta para el aumento del salario mínimo (no se ría, ellos lo hacen muy serios) y por la otra, hacen acto de presencia en acontecimientos tan ajenos a su prosapia azul como los festejos en Jimulco de los 300 años del Señor de Mapimí, en donde se vio al diputado federal Marcelo Torres regalando botellas de agua a los fieles. También el flamante vicecoordinador de la bancada panista en San Lázaro se sumó al reto de la bolsa de sangre de Donadores Laguna y se tomó la foto junto con el presidente de la asociación. Anaya y el senador durmiente Luis Fernando Salazar, por su parte, andan muy movidos presentando puntos de acuerdo y mociones, que nadie atiende, sobre el tema del dinero de la megadeuda y para mejorar las condiciones de los cuerpos de bomberos (aquí sí le perdonamos la risa). Comentan los enterados que esta “abrumadora” actividad blanquiazul responde a un regaño que les dio el pastor nacional del rebaño, Gustavo Madero, por tan sonoro descalabro en la última elección y que los instó a que no sólo aparentaran algo de vida y unidad -lo cual se antoja difícil- sino que inclusive le ayudaran a los detractores de don Rubén dentro del PRI a ponerle piedras en el camino para que se le complique aún más la designación de candidatos y la unción del elegido para sucederlo. ¿Será?