EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Verdades y rumores

EL AGENTE 007

Entre las albricias del tercer informe del gobernador Rubén Moreira no faltaron los reproches y acusaciones a los medios de comunicación críticos. El jefazo provincial aprovechó su presencia en la Secretaría de Legislaciones -perdón, Congreso del Estado- para lanzar dardos contra una televisora y algunos periódicos y hasta los acusó de “paralizar” su trabajo. ¡Chanfle! El mandamás estatal se refirió en particular al reportaje elaborado por la cadena Univisión sobre la masacre de Allende, el cual, dijo, le causó problemas por el “manejo inadecuado” de la información. Y es que, como recordará amigo lector, en una de las imágenes aparece el vocero de la Procuraduría de Justicia haciendo declaraciones mientras al fondo se observan máquinas excavadoras.

Este hecho provocó que integrantes de Fuundec reclamaran al gobierno estatal el uso de maquinaria para la búsqueda de desaparecidos cuando se había acordado que eso no iba a ocurrir. El asunto es que las imágenes se convirtieron en evidencia de que los funcionarios de don Rubén no habían respetado el acuerdo y eso, pues, molestó al gobernador. El otro caso que refirió es el del supuesto robo, sustracción, extravío, desaparición -como usted guste llamarle- de documentos de la megadeuda que fue consignado por El Siglo de Torreón y luego retomado por diarios y portales nacionales. Según el gobernador, dicho robo nunca existió por lo que los medios en cuestión estaban “malinformando y causando confusión” entre el sufrido y endeudado pueblo coahuilense. Sin embargo, llama la atención que la autoridad provincial no repare un una cosa: tanto en el caso de Allende como en el de los documentos de la megadeuda fueron funcionarios estatales los que mostraron o declararon lo que se difundió después como noticia, aunque luego hicieran malabar y medio para desdecirse o contradecirse. Precisamente en el caso de los papeles de marras fueron el tesorero Ismael Ramos y el subsecretario de Deuda, Armando Rubio, quienes dieron la información, por lo que la confusión surgió en el mismo seno del gobierno provincial. Pero, claro, como suelen decir los políticos en esta fantástica República Azteca, la culpa de todo siempre es de los otros, en este caso de los medios. Sólo falta que, para estar en sintonía con el jefe de jefes de Los Pinos, en Coahuila también se diga que todos los que cuestionan o informan cosas incómodas son una bola de “desestabilizadores”.

***

A propósito de la mentada megadeuda, en su discurso central con motivo del informe el señor gobernador fue harto cuidadoso para no tocar el tema y dejarlo hasta la sesión de preguntas y respuestas. Esto causó extrañeza entre los más agudos observadores de la cosa pública, ya que no ha pasado ni un mes de que la administración estatal suplicó a su dependencia legislativa que autorizara una nueva reestructuración de la herencia negra del “Profe de la Deuda” bajo el argumento de que necesitaban aflojar un poco la rienda de los compromisos financieros para hacer frente a los retos de la reforma energética en 2015. En pocas palabras, que necesitaban dar menos dinero a los bancos -aunque por más tiempo- para destinar más a inversión pública, rubro que ha estado castigado en esta primera mitad del sexenio. Y cuando el tema se puso sobre la tribuna por las preguntas de algunos legisladores rebeldes, don Rubén soltó el dardo contra los medios y dio una extraña explicación sobre las 18,000 millones de “piedritas” que trae el gobierno estatal en el zapato desde la pasada administración. Resulta que, según el gobernador, las facturas que comprueban los gastos por ese monto no están perdidas, sino que la cifra corresponde a la diferencia que la Auditoría Superior del Estado señaló entre los créditos contratados y los autorizados. Pero nuevamente aquí hay una confusión de peras con manzanas. Efectivamente en su reporte de 2012 la citada Auditoría dijo que cerca de 18,000 milloncillos de la deuda fueron contratados sin autorización del Congreso local, pero no es el caso al que se refieren los cuestionamientos que se han hecho respecto a las descuadradas cuentas públicas de la administración del tándem Moreira I-Torres. Y es que, como se ha dicho varias veces, en dichas cuentas no aparece la justificación de la inversión de una cantidad similar. Pero, en fin, los confundidores “semos” otros, dijo el ranchero, y el gobernador ya ordenó (por si las moscas) oootra investigación que esperemos que no termine congelada como las otras o como la comisión de deuda del Legislativo. Al tiempo.

***

En donde las cosas se pusieron muy calientes fue en la sede del ayuntamiento y no precisamente por el solazo que entra de frente y que, en estos días de temperaturas frescas, los empleados han de agradecer, aunque no en verano. Resulta que durante la protesta y el bloqueo que se llevaron a cabo el pasado lunes por el caso de los normalistas desaparecidos se registró un altercado entre un grupo de priistas y algunos participantes de la manifestación. Los segundos denunciaron que los primeros llegaron a agredirlos cuando estaban en el bloqueo de los accesos del edificio municipal. Incluso hasta uno de los manifestantes salió lastimado por tremendo golpe que le propinó una de las personas identificadas como lideresas de los tricolores. Luego, éstos alegaron que fueron echados en corrida por los manifestantes que se cansaron de las agresiones. Pero más allá de los dimes y diretes, lo cierto es que no es la primera ocasión que el partido de los tres colores utiliza a grupos de choque para reventar manifestaciones o amedrentar a los opositores. Y coincidentemente quien encabezaba al grupo priista el lunes es Lorena Charles, conocida lideresa que durante la pasada administración movilizaba a su gente para acallar a gritos los cuestionamientos que lanzaban los pocos regidores de oposición que había en el Cabildo. Y para meter más intriga al asunto, mientras el alcalde Miguel Riquelme amenazó con presentar una denuncia por el bloqueo de la Presidencia Municipal y su secretario, Jorge Luis Morán, aseguró que ya tenían ubicados a supuestos infiltrados en la manifestación que, incluso tienen antecedentes penales, ninguno de los dos dijo algo sobre la agresión que sufrieron los manifestantes.

***

Enorme misterio hay en la vecina provincia de Durango en torno a una obra que aunque se ha presumido hasta el cansancio, nadie sabe a ciencia cierta cuándo se va a inaugurar. Se trata del Centro de Justicia para las Mujeres, el cual se proyectó desde hace dos años en la capital de los alacranes -de dos y ocho patas- y todavía no hay fecha para la apertura. Dicen los que saben que se gastaron 22 millones de pesillos para la construcción de este centro, el cual, según las primeras proyecciones, debió estar listo en julio... de 2013. Pero una vez llegado el tiempo surgieron los pretextos y los cambios y las nuevas fechas. Lo más extraño de todo es que aunque el centro sigue cerrado, los bien enterados comentan ya existe una persona encargada del mismo que lleva meses cobrando por un trabajo que no ha comenzado. Tal vez esto sea un muestra más de lo “adelantados” que están en Durango, como intenta hacer ver el gober Jorge Herrera Caldera, quien ayer se aventó la perla de decir que el modelo de mando único propuesto por el preciso Peña Nieto fue tomado del “ejemplo de éxito” de su entidad, en donde fueron desaparecidas varias policías municipales porque estaban infiltradas por todos lados. ¿Qué tal? Pero más allá de esto, se rumora que para abrir el Centro de Justicia sólo están a la espera de que venga el gran tlatoani para concederle el honor. Tal parece que para el gobierno estatal es más importante quedar bien con el jefazo que comenzar a dar una atención digna a las miles de mujeres que sufren maltrato en Durango, uno de los estados con más violencia de género en este hermoso país de folletín.

***

Ya que hablamos de cuestiones de género del otro lado del río, quien no quiso desaprovechar su informe legislativo para soltar varios dardos emponzoñados contra sus compañeros de cámara fue la senadora Leticia Herrera. Y es que, según dijo en su mensaje de la semana pasada, nada fácil ha sido su experiencia en el Senado pues al parecer está rodeada de machos que creen que viven en el siglo XIX y que relegan a sus compañeras legisladoras con todo y temas de su agenda. Incluso para ella, que es vicecoordinadora del grupo parlamentario tricolor, el trabajo ha sido complicado pues poco caso le hacen, sobre todo cuando se trata de promover temas de género. Pero cuál fue la sorpresa para propios y extraños al enterarse de boca de la propia senadora que este no es el principal problema al que se enfrenta, ya que sigue habiendo mucha desconfianza entre las propias mujeres a la vez que existe falta de unidad y de apoyo. Y precisamente en este tenor, doña Lety arremetió contra la senadora del Partido del Trabajo, Layda Sansores, quien ha cometido la “osadía” de insultar y criticar al preciso Enrique Peña Nieto, y que prácticamente ya no la aguantan por su lenguaje florido y recordatorios del 10 de mayo que suelta un día sí y otro también. Dijo que es conflictiva, grosera e irrespetuosa y que hasta Irma Serrano “La Tigresa” era más “conocedora, prudente y sensata”. ¡Zas! Ahora sí que, parafraseando aquella publicidad de una vieja y conocida obra de teatro en la que participaba la actriz Jacqueline Andere: “entre mujeres podremos destrozarnos...” y a veces se hacen daño.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1063872

elsiglo.mx