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Verdades y Rumores

EL AGENTE 007

Como bomba cayeron las cifras del empleo en los palacios Rosa, de la urbe de adobe, y de Zambrano, de la capital de los alacranes (de ocho y dos patas) publicadas por El Siglo de Torreón y basadas en la información del IMSS. Y es que dichos datos confirman, una vez más, que los quereres de los gobernadores de Coahuila y Durango han estado siempre en las consentidas capitales y lejos de esta comarca olvidada de la mano de Dios. La reacción del gobierno durangueño ante el mazo contundente de las cifras fue tímida, incluso imperceptible. De entrada, el gobernador Herrera prefirió mirar hacia otro lado, chiflar una pegajosa melodía y patear discretamente una lata hacia la Secretaría de Desarrollo Económico, que fue la encargada de dar una respuesta un poco extraña.

La oficina que dirige Ricardo Navarrete dijo, primero, que la causa principal del lento crecimiento del empleo en La Laguna es la inseguridad y, después, que no es cierto que no se haya generado trabajo en los últimos siete años, postura que sorprende ya que en ningún momento se dijo semejante cosa, sino que en ese rubro Durango anda en Ferrari y Gómez Palacio en carro de mulas. Por el lado del gobierno coahuilteca, la contestación es un enigma que los sabios de Babilonia tratan de descifrar escudriñando el firmamento. El gobernador Moreira soltó varias, digamos, justificantes: que Saltillo tiene más población que Torreón y por eso allá hay más empleo; que en la Perla de La Laguna no todos los trabajadores “se registran” en el IMSS; que una buena parte del empleo en esta región es agropecuario, y así, en resumen, que no hay punto de comparación. Luego, el secretario de Fomento Económico, Antonio Gutiérrez Jardón -que, dicho sea de paso, es torreonense-, contradijo lo dicho por su patrón ya que ahora resulta que Torreón genera más empleo que la urbe de adobe aunque tiene menos población. Lo cierto es que, según los datos, ni sumando el empleo de las dos ciudades laguneras en los últimos siete años se alcanza el nivel de las dos capitales por separado. Necia realidad. No es de extrañar que una información encienda nuevamente los ánimos independentistas de quienes creen que la única solución para esta hermosa comarca es erigirse como estado libre y soberano. Así que entre maestros inconformes, campesinos que quieren formar autodefensas y laguneros separatistas, don Rubén no las tiene todas consigo en estos días.

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Y ya que hablamos del gobernador de Coahuila, ha llamado la atención de propios y extraños la diligencia que ha mostrado para con La Laguna, al menos en apariencia. Y es que, como ya se habrá dado cuenta, don Rubén lleva varios días prácticamente viviendo en Torreón y hasta organizando ruedas de prensa mañaneras, como las que hacía Andrés Manuel López Obrador en sus tiempos de jefe de Gobierno. En dichas exhibiciones públicas, el gobernador promete de todo: obras, programas, reuniones y cualquier cantidad de parabienes para nuestra amada región. Ya que se cumplan, eso es otra cosa. El asunto es que mientras el mandatario se pone la playera del Santos para parecer lagunero, el fantasma de la raja electoral se posa como sombra sobre cada una de sus acciones. Y los maldicientes ya hablan de que las verdaderas intenciones de Moreira II es apuntalar la campaña de los candidatos priistas con miras a las votaciones del seis de julio y dejarles el camino pavimentado con espejitos y promesas. Como era de esperarse, un gran ganón de todo este espectáculo es el alcalde tricolor de Torreón, Miguel Riquelme, quien ya suspira y se sueña y se imagina yendo por la “grande” en el estado en 2017. En contraste, el alcalde panista de Saltillo, Isidro López, del PAN, sufre el vacío que el gobernador le crea y se hace garras para defenderse de los múltiples señalamientos que un día sí y otro también surgen contra su administración que empezó con una alta expectativa que a punta de alfileres se ha ido desinflando. Y es que a don Chilo ni siquiera los blanquiazules le ayudan frente a la perspectiva de que todos los problemas que enfrenta la urbe de adobe son causa de esta especie de demonio azul, como lo quieren hacer ver los priistas, a veces con justicia, a veces sin pericia. Es claro que el vacío momentáneo generado por don Rubén en Saltillo y su aparente diligencia para Torreón va encaminado a mantener los distritos locales en ambas ciudades. Vamos a ver si funciona la estrategia. Por lo pronto, ya hay quien dice en la comarca que el gobernador quiere calmar con un dulce el descontento acumulado por años de abandono.

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Donde viven lo más parecido a una crisis de oficina de país del tercer mundo (siendo México ya, según el sagrado discurso oficial, una “potencia emergente”, amén) es en la delegación regional de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila, ubicada en el periférico de Torreón. Nuestros subagentes disfrazados de máquinas de escribir Olivetti de principios del siglo XX nos informan que, literalmente, la lana no alcanza ni para comprar papel higiénico. Lo más grave, dicen, es que ya hasta despidieron a los encargados de intendencia y no hay quien le dé su trapeadita a los pisos, su limpiadita a los escritorios y su lavadita a los baños, por lo que ya se imaginará usted, paciente lector, cómo ha de estar aquello. Y si no hay para estas cuestiones básicas de higiene, menos para el cartucho de las copiadoras ni hojas de papel para las impresoras. Y por más solicitudes que hacen quienes despachan en esa oficina para que les ayuden por lo menos con un jabón Zote y un paquete de papel Revolución, nomás no ven que llegue el material. Los amantes del cuchicheo se preguntan si, en medio de esta crisis, de pura casualidad habrá dinero para llenarle el tanque de gasolina a las patrullas nuevas entregadas por el gobernador Rubén Moreira en la Plaza Mayor hace unos cuantos días. Porque resultaría harto extraño que nada más las hubieran enseñado relucientes para la foto y con elecciones en puerta, cuantimás ¿no cree?

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Quien se resiste a soltar amarras en el asunto del vapuleado sistema municipal de aguas es Ricardo Segura Teniente, alias el “Chico PC 29”. Nuestros subagentes vestidos de filtros antiarsénico nos dicen que su insistencia de poner la lupa sobre cada paso del Nomas, perdón Simas, es tal que además de haber solicitado por transparencia copias de las licitaciones de los cinco nuevos pozos, también pidió un recorrido por los lugares donde se encuentran. Así que, ni tardo ni perezoso, el jefazo de la empresa, Xavier Herrera Arroyo, se vestirá hoy de guía institucional para darle un tour a don Ricardo por las cinco colonias donde se construyen las norias y también por uno de los dos que se profundizaron, para que mida, compare y coteje la “potencia” de chorro actual con el chorrito que arrojaba en la pasada administración municipal, cuando se dejó “tirada” la noria. Además, Segura Teniente fue “invitado” por el H. Consejo Directivo a la próxima sesión ordinaria para que pregunte todo lo que se le antoje. Dicen que esta operación, más política que técnica, se repetirá luego con la síndica Gabriela Casale, a quien le explicarán con legos lo que es una perforación y una profundización, además de que también le mostrarán documentos y cifras para que luego las comparta en sus ruedas de prensa semanales que mantendrá en estos meses previos al proceso electoral de julio. No obstante estas “casuales” muestras de apertura del Simas, las dudas sobre las finanzas del sistema persisten y ahí están los diputados locales del PAN que, aprovechando también los tiempos, exigen que se esclarezca el tortuoso asunto de la deuda de la paramunicipal que a no pocos funcionarios y “ex” pone los pelos de punta, aunque la mayoría priista, convenientemente, ya mandó a la congeladora el punto de acuerdo.

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Parece que los policías de Torreón ya se olvidaron de las advertencias que hizo el alcalde Miguel Riquelme, cuando asumió el cargo. Nuestros subagentes disfrazados de garroteros nos cuentan que los guardianes del orden andan de "visita" los fines de semana para, dicen, observar el correcto funcionamiento de los sanos centros de esparcimiento nocturno. El detalle es que a quien corresponde esa labor es a los inspectores municipales, quienes tienen la obligación de revisar que el cierre de los llamados antros se dé a la hora establecida. Por su parte, los inspectores del gobierno estatal tienen la encomienda de supervisar que los bares cuenten con su licencia en regla. De tal forma, la presencia de los policías municipales sale sobrando y no son pocos los que comienzan a hablar sobre las verdaderas intenciones de los mismos, amén que la sutileza en el trato no es lo suyo. Además de las travesuras de estos agentes, a los que nadie se atreve a decirles algo porque se bajan de sus camionetas con tremendos fusiles, empiezan a correr las críticas y dudas del porqué no se mide con la misma vara a todos los antros, ya que hay algunos, como el ubicado en el Paseo de la Rosita y que lleva el nombre de paradisíaca isla europea, que termina sus nobles labores ya entrada la mañana, mientras que a otros se les exige tajantemente el cierre a las dos de la madrugada. Vamos a ver si el alcalde cumple su compromiso de sancionar a los traviesos.

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