Crisis. La pareja presidencial se encuentra ya en territorio asiático pese a las críticas.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, salió anoche hacia Beijing para participar en la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y realizar una visita de Estado a China, pese al recrudecimiento de las protestas por la desaparición de 43 estudiantes.
Fuentes de la Presidencia confirmaron ayer que el mandatario viajó tal como estaba planeado y se ausentará del país hasta el 15 de noviembre.
La gira, que incluye una escala en Australia para participar en la Cumbre del Grupo de los Veinte (G20), se produce en momentos de gran tensión en el país, donde en las últimas horas se han registrado hechos violentos en el marco de las protestas para exigir el regreso de los estudiantes desaparecidos.
Pese a esto, Peña Nieto decidió continuar su viaje a Pekín y Brisbane, Australia, donde asistirá a la primera jornada de actividades del Cumbre del G20.
El Ejecutivo argumentó que su participación en los dos foros de concertación política-económica es de la mayor importancia, ya que atiende compromisos asumidos por el Gobierno mexicano y busca consolidar al país como un actor con responsabilidad global, lo que en la agenda nacional ocupa un lugar preponderante.
El canciller José Antonio Meade explicó el jueves que Peña Nieto hacía reducido "a su mínima expresión" su presencia en las reuniones de APEC y G20 para cumplir con sus compromisos internacionales y a la vez atender la evolución "de los lamentables hechos en Iguala".
El viaje se produce dos días después de que el fiscal general, Jesús Murillo, revelara que los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron asesinados y quemados por miembros del crimen organizado para no dejar rastro, según el testimonio de tres detenidos que participaron en los hechos.
Familiares de los jóvenes no aceptaron esta respuesta del Gobierno y dijeron que fue un intento de tratar de cerrar el caso antes del viaje del presidente, algo que, dijeron, es una muestra de irresponsabilidad.
Esta es la peor crisis que enfrenta Peña Nieto desde que asumió el poder en diciembre de 2012 y que ha puesto en primer plano la tragedia de los desaparecidos en México, que se cuentan por miles, y la complicidad entre el crimen organizado y autoridades corruptas.
'Irresponsable el no haber viajado'
El presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que Ayotzinapa es un llamado a la justicia, a la paz y a la unidad, no a la violencia ni a la confrontación. Advirtió: "Es inaceptable que alguien pretenda utilizar esta tragedia para justificar su violencia. No se puede exigir justicia actuando con violencia".
Durante un escala en Anchorage, Alaska, el mandatario consideró que hubiera sido "irresponsable" no realizar la gira por China y Australia, donde participará en los principales foros multilaterales del mundo: las Cumbres de APEC y del G-20.
"Quiero decir, para aquellas voces que sugerían no asistir: no hacerlo, señores, sería actuar con irresponsabilidad, quizá lo más fácil, lo más cómodo hubiese sido dejar de atender este compromiso que es de México, no sólo es del Presidente", indicó.
Ratificó que el caso de Ayotizanapa es un llamado a la unidad, a la reflexión, a la paz, a la concordia, a definir los mecanismos que permitan superar las debilidades de orden institucional y sobre todo -dijo- hacerlo en paz y armonía social.
"Los mexicanos decimos no a la violencia, esta no es una expresión del gobierno, este es un sentimiento genuino de la sociedad mexicana que dice no a la violencia. Decimos sí a la justicia, al orden, a la armonía, a la tranquilidad.
En un mensaje, durante la escala técnica que realiza en su camino a Beijing, el mandatario subrayó que los mexicanos "estamos dolidos por lo ocurrido en Iguala.
"Es un acto, a partir de la información que dio a conocer el Procurador General de la República, abominable y atroz que genera indignación y dolor. El gobierno, por igual, acompaña a la sociedad mexicana en este sentimiento de duelo", puntualizó.