La historia del vino chileno se remonta al Siglo XVI, cuando se plantaron las primeras vides de cepas traídas de España.
La industria vitivinícola chilena ha experimentado fuertes cambios a lo largo del tiempo, donde la introducción de cepas finas europeas a mediados del Siglo XIX, el gran desarrollo tecnológico en la década de los 80 y el aumento en las exportaciones en los últimos 20 años, son los factores más importantes en el crecimiento de ésta.
Pese a que la producción de vino chileno es centenaria, las compañías vinícolas locales establecieron lazos comerciales permanentes con enólogos y viñedos franceses y estadounidenses solamente a partir de las últimas décadas del Siglo XX.
Vinos premiados
Hace poco, se realizó la 11° Annual Wines of Chile Awards (AWOCA), la más importante premiación para los vinos chilenos. El foco de este año fue el mercado americano -a través de la participación de 12 jueces provenientes de Canadá, Brasil, Colombia, Chile y México-, en el que participé con una conferencia sobre la industria del vino en México: Potencial de desarrollo y perspectivas para el vino chileno.
El placer de volar
A Chile viajé por Aeroméxico, y además de una excelente atención, durante el vuelo disfruté de deliciosos y balanceados menús preparados cuidadosamente por sus chefs. Algo que me encanta es que los platillos se elaboran a base de ingredientes característicos de la gastronomía local de la ciudad donde se origina el vuelo.
Me dieron la excelente noticia de que esta compañía comenzará a operar nuevas rutas de temporada desde Puerto Vallarta y Los Cabos hacia Nueva York, a partir del 16 y 18 de enero de 2014, respectivamente. Asimismo, a partir del 20 de diciembre, Aeroméxico sumará tres frecuencias semanales al vuelo diario que ofrece entre Cancún y Nueva York.
La empresa, preocupada por el medio ambiente, implementó el programa Vuelo Verde, un proyecto que propone un esfuerzo conjunto entre la aerolínea y pasajeros para reducir el efecto que las emisiones de dióxido de carbono tienen sobre el entorno natural.
La empresa invita a los pasajeros a donar 55 pesos al pagar su boleto en cualquiera de los medios de compra. Estos donativos se destinan a la conservación de la Selva Maya, uno de los ecosistemas más ricos del mundo. Los fondos recaudados son transferidos a la asociación civil Beta Diversidad, que apoya a la comunidad de Nuevo Becal en Campeche, dotándola de herramientas que le permitan un desarrollo sustentable.
Más sorpresas
De Chile, decidí seguir el fin de semana a Buenos Aires y ahí gocé del espectacular, contemporáneo y elegante hotel Faena. La fachada utilitaria del edificio de ladrillo de siete pisos, un almacén de grano de principios del Siglo XX, oculta los interiores imaginativos creados por Philippe Starck.
Entre los ornamentos, se encuentran cabezas de unicornio en las paredes, cortinas de terciopelo, sillas tapizadas de rojo escarlata y arañas de cristal. No hay recepción; a los recién llegados, les saluda un gerente de experiencias que actúa como un concierge personal durante toda la estancia.