Viven la pasión del juego

Celebra y llora la afición en Torreón. Viven laguneros un partido de contrastes. Cuando parecía que la Selección Nacional daría motivos para festejar, en los últimos minutos hizo que la afición sufriera por el resultado.

El domingo se vistió de verde y rojo, decenas de laguneros abarrotaron restaurantes con la playera oficial de la Selección Nacional.

Pelucas, gorros y pintura en la cara, fueron parte de los preparativos para disfrutar la fiesta futbolera. En cuanto los jugadores aparecieron en las pantallas la gente se volcó. "Vamos, Hermoso", gritaban a las pantallas en un conocido restaurante al nororiente de la ciudad.

Aunque eran las once la mañana, la gente pedía carne asada y cerveza; los meseros caminaban despacio y de reojo miraban los televisores.

Una de las cocineras dijo: "Es bonito ver el juego, pero a mí no me gusta, me pongo muy tensa, es mucha emoción para mí".

En otro de los restaurantes del Centro de la ciudad, Javier Estrada se lleva las manos al rostro, aún iban cero a cero y comenzaba a ponerse nervioso.

"No pueden cometer errores, hoy se juegan todo y tienen que hacerlo. Es ahora o nunca".

Su esposa lo mira, se arregla el cabello y le pide otra cerveza al mesero para su marido.

"Ya siéntate, ahorita cae el gol. Tú tranquilo", le dice.

En el Paseo Colón se congregaron decenas de personas para ver el juego. Con el tradicional movimiento de manos y al grito de "Ehhhhh... Puto", mostraron su apoyo a los jugadores. En las pantallas apareció el oriundo de La Partida, Coahuila y una de las señoras, aseguró que él los llevaría a la final.

"Ese mi hermoso, ese sí es un jugador. A los otros los tienen por caritas. Pero mi Oribe sí desquita el sueldo".

La esperanza llegó con el primer gol, pero a los pocos minutos la sonrisa se transformó. El árbito marcó un penal y la gente molesta reclamaba a las pantallas. Cuando el juego terminó todos se fueron de prisa.

 DECEPCIÓN

A Ricardo Sarabia se le quieren salir las lágrimas, hace un par de días por fin pudo comprar su playera de la Selección Mexicana de Futbol por mil 99 pesos. Guardó el dinero que le dan sus papás para la escuela y ahora tendrá que guardarla, ya no habrá más juegos para México en Brasil.

"Más o menos triste, pero no me agüito, así es esto. Vamos a seguir en la lucha".

Leticia Monrreal está segura que no hubo penal, duda del arbitraje y se va molesta a casa.

"El árbitro comprado y todo, ya nos vamos a la casa. Pero sí habrá festejo porque perdiendo o ganando, estamos con ellos".