Momentos de angustia e incertidumbre vivieron ayer los equipos juveniles de los Guerreros. Un integrante del equipo Sub-20 de Santos Laguna narró a esta casa editora los hechos suscitados la madrugada de ayer, en donde se accidentaron sus compañeros del Sub-17. En el percance, el doctor del equipo, César Augusto Mora Flores, perdió la vida.
"Hace dos horas comíamos con él, reíamos con él y después ya lo vemos muerto. Son cosas que no te crees", dijo.
El juvenil santista contó cómo lo que parecía un tranquilo viaje de retorno a casa se convirtió en una pesadilla.
El viaje inició al terminar el partido ante Cruz Azul Sub-20. "Nos bañamos y venimos de regreso. No paramos a comer, nos dieron un 'box lunch' dentro del camión", recordó. No pararon hasta llegar a Aguascalientes, donde se detuvieron para cenar. "Ahí estuvimos cenando, conviviendo con el mismo doctor, platicando con él", comentó con la voz entrecortada al recordar al único fallecido del lamentable accidente.
Agregó que los dos equipos, Sub-20 y Sub-17, siempre viajan juntos y que ambos se detuvieron para cenar en un restaurante de Aguascalientes, apenas separados por un par de mesas. Ahí observaron el duelo entre León y Atlas, antes de retomar el viaje.
"Salimos cada quien a su camión, por lo general en los viajes siempre van los camiones juntos, nunca van muy separados. Tomamos la autopista nuevamente". Para la promesa santista, el viaje hasta esos momentos era tranquilo, algunos de sus compañeros veían películas y otros descansaban. Él recuerda que se quedó despierto hasta más allá de la medianoche.
La llegada a Torreón estaba programada a las 3:30 de la madrugada, una hora antes se comunicó con sus padres para que pasaran por él, como acostumbran en cada salida, e intentó dormir antes del arribo. Momentos después vio interrumpido su sueño al sentir que el autobús se detenía y sus compañeros no estaban a bordo. Al preguntar lo que había pasado, uno de los integrantes del equipo le dijo que el equipo Sub-17 había sufrido un accidente.
Al respecto, comentó que los integrantes del equipo Sub-17 fueron quienes les avisaron a sus compañeros del Sub-20, que se mantenían despiertos, que su camión había chocado y les pedían que se fueran despacio para que los auxiliaran.
NO SE IMAGINABA LA GRAVEDAD DEL ACCIDENTE
Sobre esos momentos, el juvenil recapitula: "en ningún momento me imaginé que el choque habría sido de esa magnitud. Yo me imaginé un choque leve, que simplemente se tenían que pasar para viajar con nosotros".
"Me bajo del camión y camino unos 15 metros, volteo a la derecha y estaba ahí el camión en medio de la terracería. Prácticamente no se veía nada, estaba muy oscuro. Iba viendo conforme me acercaba y vi una imagen muy aparatosa, muy impactante, no me puede salir de la cabeza todavía. Ahorita lo cuento y es como si lo volviera a vivir".
Un momento después se pudo percatar de las malas condiciones en las que se encontraban sus colegas, jóvenes de 17 años sangrando, con heridas en la cabeza y sus caras llenas de sangre. "Vienen unos llorando, unos con lo que pudieron rescatar de sus pertenencias, con una maleta, una mochila y quedaban algunos arriba del camión".
Luego de reponerse del impacto, procedieron al rescate de los jugadores que se encontraban aún en el autobús, el cual estaba desecho en la parte delantera derecha, por lo que no pudieron bajarlos por la entrada; tuvieron que romper las ventanas para sacarlos por ahí.
Sobre esta maniobra dijo que debieron hacerlo con mucha precaución porque había muchos vidrios y, por la altura de las ventanas, "hicieron como una pirámide, donde nuestros compañeros se ponían de espaldas y se dejaban caer y estábamos nosotros abajo para sujetarlos", después recuerda que "a los que podían sostenerse de pie, que traían descalabradas, los llevábamos caminando solamente con un apoyo; los compañeros que no se podían poner de pie los llevábamos cargados".
Momentos después arribaron al lugar del accidente las ambulancias, donde iban trasladando a los jugadores que se encontraban más graves, "íbamos y los dejábamos, y regresábamos por los que quedaban. Teníamos que trasladarlos muy cuidadosamente".
ESCENA MORTAL
Sobre la terrible escena, el joven relata que tenían que caminar con mucho cuidado, "había hierbas, espinas, pedazos de puerta, pedazos de asientos". Y habló sobre cómo él y sus compañeros se dividieron las labores del rescate, "entre unos acarreaban las pertenencias de los compañeros a nuestro camión y los otros ayudábamos a salir a los que estaban adentro".
Dijo que en esos momentos de agobio en lo primero que pensó fue en sus padres y en su novia. Y aunque no era buena hora para comunicarse con ellos, decidió hacerlo porque buscaba contarle a alguien la tragedia. "Necesitaba contarle a alguien, que supieran que no estábamos bien, para cualquier cosa que pudiera pasar".
Debido al golpe de adrenalina, aseveró que no se dio cuenta de la gravedad del accidente hasta después que reflexionó sobre lo que acababa de pasar.
TRISTEZA CAMINO A CASA
Después de que terminaron de sacar a los jóvenes del autobús siniestrado, emprendieron el camino a La Laguna, aquellos que se encontraban en gravedad fueron transportados en ambulancias, mientras que los que estaban en condiciones más estables viajaron en el camión del equipo Sub-20. Habitualmente los camiones arriban al TSM a su regreso, pero en esta ocasión acudieron directamente al Hospital Ángeles.
"Fue una cosa de mucho temor y seguir viajando después de lo que le había pasado a nuestros compañeros era un ambiente muy estresante, muy pesado".
Después y tras meditarlo un momento, con los ojos vidriosos agregó: "era venir recordando al doctor, tan sólo hace dos horas estábamos cenando con él y después ves que termina así, es algo que la verdad no te lo crees, es como de película".
Sobre cómo se dieron cuenta del fallecimiento relata que cuando se bajó del camión, uno de sus compañeros le dijo que creían que había un muerto, pero que en esos momentos nunca le pasó por la mente ir a buscar un fallecido. "Pensé, voy a ir a rescatar a mis compañeros. Entonces yo rescataba y rescataba y no veía a nadie". Momentos después se percató de la terrible escena, "el doctor estaba adelante apretado, se le vieron las manos colgando, fue una imagen muy aparatosa" y tras estas palabras se quedó pensativo unos instantes, como reviviendo en su mente lo acontecido y recordando que apenas el pasado jueves el doctor había realizado una práctica con ellos y al finalizar le realizaron una novatada con la tradicional "pasadita"
RECIBEN ATENCIÓN
Llegaron directamente al Hospital Ángeles de Torreón, y a su arribo doctores, enfermeras, sillas de ruedas y camillas ya los estaban esperando para darles atención médica de inmediato
Después arribaron los heridos de las ambulancias, que eran los más lastimados.
"Hemos estado en contacto con el doctor para ver cómo siguen nuestros compañeros, nos están mandando reportes para no estar preocupados".
Imagen donde se muestra el autobús del equipo Sub-17 de Santos Laguna, destruido en su parte delantera derecha. (Ramón Sotomayor Covarrubias)
