Comicios. El candidato del Partido Acción Ciudadana, Luis Guillermo Solís, ejerce su voto.
Las primeras horas de las votaciones de la segunda ronda electoral por la Presidencia de Costa Rica transcurrían con apatía, sin incidentes, con escasa afluencia de votantes y frente a la inminencia de que el centroizquierdista Luis Guillermo Solís Rivera, candidato por el opositor Partido Acción Ciudadana (PAC), se convierta en el presidente electo de esta pequeña nación del sur de Centroamérica.
Solís, de 55 años, se enfrenta al oficialista Johnny Araya Monge, candidato del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN) y quien el pasado 5 de marzo se retiró de la contienda, con el alegato de que las encuestas le desfavorecen y de que carecía de recursos financieros para competir en la segunda vuelta.
Pese a su decisión, Araya estaba inhibido de renunciar, por lo que hoy las papeletas le incluyen, ya que técnica y legalmente los electores costarricenses deben acudir a las urnas para elegir a su presidente, que gobernará a partir del próximo 8 de mayo para un período de cuatro años.
Solís dijo que espera obtener más de un millón de votos, para reforzar y consolidar su gestión presidencial.
Mientras tanto, y en una extraña y confusa actitud luego de haberse retirado de la campaña, Araya llamó a sus seguidores a votar por su candidatura. "A sacar cada voto, cada familia y multiplicar nuestro sentimiento. A la carga liberacionistas", aseveró, en un mensaje que distribuyó en la red social de Twitter.
Por su parte, el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, aseguró en una homilía en la Catedral Metropolitana, y ante la presencia de Solís y los jerarcas del PAC, así como de varios dirigentes del PLN, que "la tarea que le espera a los futuros gobernantes es mucha" y abogó para que "a partir de hoy en la noche, nos abracemos como un solo pueblo, una sola comunidad, y caminemos unidos hacia las metas de la paz, la solidaridad y la justicia".
Solís triunfó en la primera ronda, efectuada el 2 de febrero anterior, y Araya quedó de segundo, pero ninguno obtuvo más del 40% mínimo para ganar, por lo que fue necesario convocar a una nueva votación aunque sólo con los dos candidatos que lograron más votos. Para triunfar se requiere mayoría simple, en un padrón de casi 3.1 millones de electores y con el fantasma del abstencionismo.
MÍNIMO
Es el porcentaje que se establece para poder ganar.
