Al asomarnos a lo que será la última jornada del Apertura 2014, podemos darnos cuenta del problema en el que se han metido las Chivas del Guadalajara.
Con apenas 13 puntos en 16 jornadas, el equipo tapatío podría terminar empatado en puntos con el que ha sido el más malo del torneo, Morelia. Ambos conjuntos se enfrentarán en la última jornada.
Pero eso no es lo grave para el Guadalajara; una combinación de resultados podría dejarlo además como el último en la mal llamada tabla de porcentajes, la tabla por el no descenso.
Puebla, con 84 puntos en 84 partidos (conseguidos en los más recientes cinco torneos) está empatado con los Leones Negros de la U de G en ese último puesto, con un cociente de 1.000. El Rebaño tiene apenas un punto más que Puebla, por lo que el riesgo está latente.
¿Se imagina alguien a Chivas en la Liga de Ascenso? Ha pasado en ligas importantes del mundo, que míticos equipos tienen que jugar en la segunda división por una u otra situación.
En 2006, por ejemplo, la Juventus (que acababa de ganar dos veces la liga italiana) descendió a la Serie B por un problema de apuestas. No sólo eso, sino que además empezó la siguiente temporada con menos 30 puntos.
Un año tardó la "Juve" en regresar a su sitio. Traía un equipazo y las principales figuras no se movieron del plantel; mostraron lealtad al equipo de sus amores, mostraron sed de revancha.
Otro de los gigantes que ha tenido que jugar en una división menor fue recientemente el River Plate de Argentina. En este caso, los "Millonarios" sí hicieron los "méritos" necesarios para caer.
Y aquí viene lo curioso. Se supone que el sistema de descenso que se usa en Argentina (que casualmente es el mismo que se adoptó en México) tiene la intención de proteger a los llamados equipos grandes. En ambos países no baja el peor equipo en una temporada (un año), sino que lo hace después de tres años (seis torneos cortos). Así, se pensaría, equipos como Boca o River (en Argentina) o América y Chivas (en México) podrían darse el "lujo" de tener una muy mala temporada (un año) pero recuperarse en los dos siguientes.
Pues nada. Cuando te toca, aunque te quites. Las Chivas hoy son el peor equipo de México, junto al Morelia, y por "méritos" propios se ha metido en una desesperada lucha por no perder la máxima categoría.
El riesgo está latente y así como en Argentina, queda de manifiesto que pensar en proteger a los poderosos está de sobra cuando ellos se empeñan en hacer mal las cosas.
River sólo tardó un año en regresar a la Primera División y ahora está en el lugar que le corresponde. ¿Qué pasará con las Chivas? ¿Tienen que tocar fondo para volver a emerger?
Eso está por verse. De lo que no hay duda, es que de poco vale pensar siempre en beneficiar a los equipos tradicionales; un verdadero grande no necesitaría este tipo de ayudas. Un equipo grande lo demuestra año con año, como en España, Italia, Inglaterra, que aunque no puedan campeonar siempre, al menos no se convierten en el hazmerreír de sus ligas.
Y allá (como tendría que ser también acá), queda campeón el que es mejor en todo un año. Y baja a segunda el que es más malo en todo un año. La gloria dura más y la lucha por estar en el máximo circuito también se suda.
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