Cuenta la leyenda que alguna vez, en cierta época, las tribunas del estadio donde juegan los Guerreros se llenaban de aficionados en cada partido, le llamaban "La Casa del Dolor Ajeno".
Claro está, en aquellos años, los juegos no terminaban con una temperatura de 5 grados centígrados (ni en la cancha ni en la tribuna).
En apenas dos partidos como local del Clausura 2014, el Estadio Corona ha mostrado dos caras contrastantes. Primero, ante Chivas, lució pletórico (aunque muchos portaban los colores rojiblancos). Luego, contra Puebla, predominaron las butacas vacías.
En la jornada uno había varios atractivos: terminaba el ayuno de futbol en La Laguna, un popular rival y la fecha, que coincidió con temporada de vacaciones.
Contra La Franja quizá pegó más la "cuesta de enero", un rival poco atractivo y el frío. Ese frío que comenzó en los 10 grados y fue bajando hasta los 5 y que luego subió de la cancha a la tribuna (además).
El horario para los partidos del Santos como local, del que todavía se quejan muchos, no ayudó a mejorar el ambiente la noche del viernes, como tampoco ayudó el pobre desempeño del equipo.
Lo más verde que se vio, además de la cancha, fueron butacas; los colores de la playera tradicional del Santos Laguna se ocultaron debajo de chamarras y hasta cobijas entre los aficionados, mientras que los jugadores portaban una playera "casi europea", acompañada de un short negro, muy lejos de la tradición guerrera.
¿Sería muy costoso volver al horario de las 4:00 de la tarde? Ayer, por ejemplo, el partido se pudo jugar a una amable temperatura promedio de 20 grados.
Es enero el mes más frío del año para los que habitamos en la Comarca. Durante las tardes soleadas, el clima es amigable, pero las noches "calan".
Frío el clima, frío el equipo, frío el estadio... no podía ser otro el marcador.
El único ruido que se escucha es el de las barras, que no alcanza a llenar el escenario.
¿Y dónde quedaron los Guerreros? "Hubo pocas bajas para este torneo", escuché por ahí. Y sí, en los últimos torneos se han ido jugadores que no se extrañan mucho. Pero tampoco han llegado hombres importantes.
Quizá en este torneo la baja más sensible sea la de Rodolfo Salinas y es por lesión. ¿Entonces qué pasa? Quizá al medio campo le falta alguien, o le sobra.
Han pasado tres fechas y el equipo suma apenas dos puntos. Tal vez no sea para alarmarse, pero sí para buscar soluciones. Santos Laguna hoy no juega a nada. Y en febrero se empalmarán los calendarios (Liga y Libertadores).
Hoy se sabe que es "La Casa del Dolor Ajeno" porque lo dicen unos letreros en las esquinas, pero los rivales no se han ido con las manos vacías.
Hoy, el Corona es un estadio frío y sus llenos son parte de la leyenda, de una historia vieja que se niega a volver.
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