Estamos a 17 días de que inicie el Mundial de Brasil 2014... y mientras, qué triste es la vida sin futbol. Tanto que renegamos (a veces, no todos) del deporte más popular del mundo, pero tanta falta que nos hace los fines de semana. Bien dice el comercial: el futbol es lo menos importante de las cosas importantes, pero la vida no es lo mismo sin él (palabras más, palabras menos).
Podríamos decir que la temporada 2013-2014 concluye con la coronación del River Plate en el Cono Sur (Argentina) y la obtención de la décima "Orejona" por parte del Real Madrid, en el Viejo Continente.
A partir de ahora se vendrán amistosos entre selecciones de aquí a que inicie la máxima fiesta.
México enfrentará el miércoles a Israel en el Estadio Azteca para despedirse del suelo nacional, dicen. Un partido intrascendente en apariencia ante un rival que ni al Mundial va a ir, pero que el "Piojo" debe aprovechar y exigirle a sus jugadores; ya no hay tiempo y hay que llegar en forma.
Esta Selección ha sembrado muchas dudas. La forma de calificar, la forma en que Herrera toma al Tri de último momento, los jugadores en Europa que no pasan sus mejores días, los veteranos que toman el rol de capitán. Los jugadores que tienen poca experiencia y el poco tiempo que tendrán para hacer conjunto.
El grupo de México no es fácil. Brasil se supone de entrada en la segunda etapa, por lo que el segundo boleto lo disputarán Croacia, Camerún y el Tri.
A como están las cosas, México no está para ganarle a nadie, pero recordemos que la Selección suele crecerse ante rivales importantes.
¿Y el "Piojo"? Bueno, el "Piojo" piensa que se puede ser campeón del mundo.
Más allá de que se necesite un "milagro" o mucho coraje y fe, los resultados no llegan por casualidad. Por eso sólo ocho selecciones han levantado el trofeo.
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