Herramienta. El ojo humano se convierte en la mejor herramienta de búsqueda, señalaron expertos.
Observan por horas la inmensidad del mar, que por momentos parece confundirse con las nubes. De vez en cuando acercan tanto la frente a las ventanillas del avión que dejan marcas grasosas, mientras sus ojos van de un lado a otro, de arriba abajo, buscando algo, cualquier cosa que pueda explicar lo que sucedió con el aparato de la Aerolínea Malaya desaparecido.
La búsqueda del vuelo 370 desaparecido el 8 de mayo durante un trayecto entre Kuala Lumpur y Beijing debe sortear todo tipo de complicaciones, desde la enormidad de la zona donde hay que buscar hasta su distancia de tierra firme y un clima inclemente. Aviones y barcos que participan en la búsqueda están equipados con todo tipo de instrumentos de alta tecnología, pero la mejor herramienta bien podría ser el ojo humano. Esos ojos pueden divisar cosas que pasan inadvertidas a los equipos. Pero están sujetos a las peculiaridades del cerebro humano. La fatiga, un pestañeo en el momento equivocado y otros factores pueden generar impresiones equivocadas o hacer que no vean algo. "Es un trabajo increíblemente agotador", expresó el teniente Stephen Graham, coordinador táctico de la tripulación a bordo del P-3 Orion de la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda que ha hecho seis vuelos de reconocimiento en el sur del Océano Índico. "Hay mucho sol y luminosidad. Los anteojos para sol ayudan, pero no tanto". Divisar objetos visualmente no es sencillo y hace falta entrenamiento. Los tripulantes tienen que saber lo que hacen, porque el equipo de que disponen a veces falla.
"Tenemos muchos sensores muy avanzados y son muy útiles, pero en este tipo de misiones, la vista es la mejor herramienta", señaló Graham en su base cerca de Perth.