Andrew Wiggins mostró sus mejores movimientos a un grupo de estudiantes ayer durante la grabación de un comercial. Wiggins desvía preguntas sobre su futuro en la NBA
En octubre, cuando comiencen los entrenamientos de pretemporada, Andrew Wiggins estará bloqueando y desviando disparos en la NBA. Pero ayer se concentró en desviar las preguntas sobre cuál será su equipo.
La semana pasada, Cleveland llegó a un acuerdo en principio con Minnesota para cederle a Wiggins, Anthony Bennett y una selección en la primera ronda del próximo "draft", a cambio de Kevin Love, el alero electo al Juego de Estrellas, quien se uniría a LeBron James y Kyrie Irving para conformar un trío temible en las filas de los Cavaliers.
Ese acuerdo no puede completarse oficialmente sino hasta el 23 de agosto, cuando Wiggins estará en condiciones de ser cedido en canje. El versátil jugador, primera selección del "draft" más reciente terminaría como una pieza en la reconstrucción de los Timberwolves, en vez de unirse a LeBron en un equipo que parece candidato al título.
Wiggins, quien habló públicamente ayer por vez primera desde que se informó del convenio, se negó a abordar el tema.
"Lo que ocurra está fuera de mi control", dijo. "No me preocupa ahora esto".
Rodeado por decenas de reporteros y camarógrafos durante un acto promocional en su antigua escuela en Toronto, Wiggins reconoció que ahora acapara más atención, al ser el premio principal del pasado reclutamiento colegial.
"Hay más ojos puestos en mí, y más críticas, cosas así", comentó.
Al menos hasta ahora, el novato no ha mostrado dificultades para lidiar con esa atención.
"En cierto modo, asistir a la Universidad de Kansas te prepara para momentos como éste", dijo. "Y es que en Kansas tratan a los basquetbolistas como estrellas de rock".