Cuando tomó posesión Enrique Peña Nieto como presidente de la república, nadie imaginó que metería a la cárcel a la maestra Elba Esther Gordillo, tampoco que atraparía al “Chapo” Guzmán y mucho menos que limitara el poder de Televisa y América Móvil.
Ningún presidente priista ni panista se había atrevido en los últimos años a tocar a la maestra Gordillo, mucho menos ir en contra de la principal televisora de este país. Vale la pena recordar la famosa frase de Emilio Azcárraga Milmo quien se definió como “soldado del PRI”.
El pasado viernes en un hecho inédito, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) declaró a las empresas de Carlos Slim y Emilio Azcárraga como agentes económicos preponderantes, por lo que deberán sujetarse a una serie de medidas restrictivas tendientes a acabar con el monopolio que ejercen actualmente.
De esta forma América Móvil habrá de someterse a una regulación “en materia de desagregación de la red local” con tarifas específicas y la eliminación de cargos por “roaming” nacional a los usuarios, con el fin de impulsar la igualdad de condiciones para elevar la competencia entre las empresas”. Además deberá someterse a la regulación en materia de contenidos audiovisuales, que incluyen la prohibición de adquirir en exclusiva derechos de transmisión para cualquier lugar del territorio nacional.
Mientras que entre las principales obligaciones de Televisa se encuentran: la compartición de infraestructura, poniéndola a disposición de terceros en forma no discriminatoria y no exclusiva. En ventas de publicidad, tendrá que publicar los términos y condiciones de sus servicios de transmisión publicitaria y las estructuras de las tarifas. También tendrá prohibido adquirir contenido exclusivo y los canales de televisión abierta deberá ofrecerlos a quien se los solicite.
Sin embargo, al igual que la violencia no terminó con la detención del “Chapo”, tampoco podemos decir que los monopolios ya se acabaron. La declaración del IFT es apenas el primer paso de la madre de todas las batallas, ya que las empresas seguramente tienen preparado un ejército de abogados para irse a litigio.
Los cabilderos de Televisa y América Móvil, así como la corrupción en la clase política juegan en contra de Enrique Peña Nieto quien seguramente será sometido a todo tipo de presiones para dar marcha atrás. En el papel el presidente ha anotado varios goles, sin embargo aún falta mucho para que pueda cantar victoria.
