¡¿Yo pedí esto?!

Puede ser que a alguien de tu familia, durante las pasadas fiestas, se le haya antojado un periquito, tal vez a tu pareja se le ocurrió regalarte un gatito o quizás simplemente decidiste comprarte un perro. No importa como haya sido, pero si ahora te ves en la necesidad de cuidar a una mascota, debes tener en cuenta que una responsabilidad importante ha llegado a tu núcleo familiar y no debes pasarla por alto.

Y… ¿ahora qué se debe hacer?

No te alarmes, todo se puede solucionar. Los especialistas del albergue de animales “Sueños caninos”, nos señalan algunos puntos que debes tener en cuenta sobre tu nuevo ambiente familiar.

Primero que nada, en el albergue nos comentaron que, si es que todavía no llega tu mascota a casa, debes saber que puedes decir que no, pues estás adquiriendo una responsabilidad que durará, si bien te va, hasta 15 años, por lo que el negarte es completamente válido. Tú como adulto, tienes que tener estar consciente que, aunque tal vez tus hijos te pidieron de regalo una mascota, el responsable del animal serás tú, pues no sería justo que un niño se hiciera cargo del nuevo integrante de tu familia.

Los especialistas señalan que los animales tienen un nivel de conciencia más bajo, por ejemplo los perros manejan un nivel parecido al de un niño de 2 años, por lo que se les tiene que tener paciencia.

A la hora de educar a tu mascota, lo más importante es tener disciplina y ser perseverantes. El adulto que vaya a estar a cargo del animal debe de asegurarse que todos los miembros del núcleo familiar sigan las mismas reglas con la mascota, no puedes prohibirle no subir a los sillones y luego alguien dejarlo. Esto sólo confundirá al animal y al final, terminará por crear problemas.

Además, hay que tener en cuenta que nunca se debe de permitir que un niño se quede solo con la mascota, por que éstas no saben como actuar con ellos y por defenderse, pueden causar accidentes.

Creando buenos hábitos

Esta es la época del año para comenzar mejores hábitos y para eliminar los desagradables. Pero también es la época en la que llegan nuevas mascotas a casa. Si quieres que tu mascota duré un buen rato en tu hogar sin sacarte canas verdes, debes aprender a resolver problemas normales que llegan con la venida de estos lindos animales.

En la mayoría de los casos no es necesario contratar a alguien para que eduque a tu mascota. Uno de los mayores problemas que posiblemente tengas, será el enseñarle a ir al baño y esto, gracias a los consejos del Albergue “Sueños Caninos”, se puede lograr fácilmente.

Cada vez que tu mascota haga del baño, no debes de ir corriendo a limpiar el desastre, es preferible que pongas un periódico encima y lo lleves a donde quieres marcar el lugar donde debe hacer del baño. Con el tiempo la mascota reconocerá este espacio.

Recuerda que los animales son como niños, así que no debes dejarlos solos por mucho tiempo, esto sólo ocasionará que te ensucien algunas partes de tu casa. Así también, si no sacas a pasear a tu mascota, ésta tendrá mucha energía y lo canalizará en otras cosas.

Un muy buen consejo es el que no aceptes cachorritos de menos de un mes de edad, porque aunque puede que ya puedan estar solos, no están preparados para socializar. Si los perros son nerviosos, ansiosos o agresivos es porque los separaron muy pronto de su madre.

Si tus mascotas dejan mucho pelo, es mejor cepillarlos tan seguido como sea necesario en una terraza o balcón, así soltarán menos pelo en la casa. Para “levantar” el pelo, hay que pasar una gasa o esponja húmeda.

Si lo que te desespera es que tu casa huela a “perro”, hay un remedio muy sencillo para acabar con este tormento. De vez en cuando puedes mezclar una taza de vinagre blanco o de manzana en un litro de agua para rociar y cepillar el pelo del animal. Otra solución es espolvorear bicarbonato en el pelo y cepillar luego para eliminar el sobrante.

Al final, siempre podrán ser adorables

No importa como haya sido que terminaste con un animalito de compañía, ahora tienes un nuevo integrante en tu familia y esto, con el tiempo, podrá hacerte más sensible y tolerante, porque entenderás que los demás tienen sus propias necesidades, temperamentos y formas de expresarse. Además, la presencia de un animal de compañía suele estrechar los lazos familiares puesto que se convierte en un tema de interés para todos, del que pueden conversar libremente y que puede servir de ejemplo a los padres para afinar algunos aspectos en la educación de los hijos.

No te desesperes, tú también puedes tener una mascota.