“La Zorrita” Soto superó el secuestro de su esposa y su hijo y ahora quiere ir por un título mundial.
El púgil Humberto "Zorrita" Soto ha recibido golpes muy fuertes en el ring, pero el más doloroso se lo dio la vida tras el secuestro de su esposa y su hijo; sin embargo, de eso también se levantó.
Ahora el boxeador mexicano quiere la revancha ante la vida y en el cuadrilátero, donde aspira a ser de nueva cuenta campeón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
En su última derrota, ante el argentino Lucas Mathysse (35-3-33 KO), "La Zorrita" (65- 8- 2, 35 KO) cayó a la lona y, aunque se levantó, el réferi detuvo la pelea en el quinto episodio.
Lo que la gente nunca supo es que ese 23 de junio de 2012, Humberto Soto no pensaba en ese combate, ya que su mente se encontraba con su familia.
"No es una justificación. La verdad es que no estaba concentrado, estaba desvelado, porque tres días antes me habían avisado que mi esposa y mi hijo estaban secuestrados", confesó el tres veces campeón del CMB.
Su mente se encontraba en otra parte, sentimientos encontrados, una mezcla entre la preocupación y la sed de venganza.
"Soy un peleador profesional, subí al ring y cumplí con un compromiso, luego regresé al hotel con mi familia", afirmó Soto.
"Tuve un tropezón, pero me levanté en grande. Pocos se levantan de una derrota. Si hubiera una revancha ante Mathysse sé que ganaría", añadió.
Ahora, el púgil de 34 años se prepara para enfrentar este sábado, en la explanada municipal de Tlalnepantla, Estado de México, al colombiano Wilfrido "La Roca" Buelvas (15-1, 9 KO); y aunque en el último momento le cambiaron al rival, pues se supone enfrentaría a un ghanés, "La Zorrita" "no se raja en el ring".
"Va ser una gran pelea, aunque me hayan cambiado al rival. Soy un hombre de esquina, sé escuchar indicaciones. En mis últimas peleas ha salido mi experiencia a relucir", señaló el sinaloense.