La cantante Adele apareció en un concurso de imitadoras de ella misma, disfrazada como otra persona.
Se presentó como Jenny, fingiendo estar nerviosa y perder el aliento ante otras competidoras, fanáticas de la cantante.
La producción cambió la apariencia de la intérprete con una nariz y barbilla postizas, además de colocar maquillaje y una peluca.
Incluso, al pisar el escenario entró con un retraso a la canción, dejando que la pista siguiera, fue hasta que comenzó a cantar cuando algunas de las seguidoras se dieron cuenta que en realidad se trataba de la verdadera Adele.
La cantante cautivó a las otras participantes ya que eran sus seguidoras.