Visión. El despido de Carmen Aristegui fue consideraro por muchos como un ataque directo del gobierno a la libertad de expresión.
El Gobierno mexicano aseguró ayer que valora "el periodismo crítico" tras calificar como un "conflicto entre particulares" las diferencias entre la emisora MVS y la periodista Carmen Aristegui y asegurar que confía en que haya una solución.
El Gobierno "ha respetado y valorado permanentemente el ejercicio crítico y profesional del periodismo, y seguirá haciéndolo con la convicción de que la pluralidad de opiniones es indispensable para el fortalecimiento de la vida democrática del país", señaló.
En un escueto pronunciamiento sobre lo que describió como un "conflicto entre particulares", la secretaría de Gobernación estimó "deseable" una solución entre las partes para que tanto la empresa como la periodista sigan aportando contenidos de valor.
Aristegui, quien también tiene un espacio dedicado a entrevistas en el servicio en español de la cadena estadounidense CNN, es desde hace ya varios años una voz crítica de los gobiernos mexicanos en turno, incluido el que encabeza actualmente Enrique Peña Nieto.
El grupo de comunicación despidió a la periodista la noche del domingo, después de que ésta exigiera la reincorporación de dos miembros de su equipo acusados de vincular a MVS con MexicoLeaks, una herramienta con la que ciudadanos podrán filtrar a la prensa documentos sobre actos ilícitos cometidos por autoridades.
"Como empresa no podemos aceptar condicionamientos (...) de nuestros colaboradores. El diálogo no se atiende imponiendo condiciones, sino escuchando a las partes y tratando de alcanzar acuerdos", argumentó MVS.