Proceso de nulidad. La intención de la iglesia, bajo las nuevas disposiciones de la Santa Sede, es acortar el tiempo para que no haya mayor sufrimiento entre quienes deseen casarse de nuevo. (ARCHIVO)
Aunque la Santa Sede no ha informado de manera oficial a la Diócesis de Torreón sobre las nuevas disposiciones en el proceso de nulidad de los matrimonios religiosos, los trámites se agilizarán y se eliminarán las cuotas, que era uno de los principales obstáculos para aquellas parejas que deseaban terminar con la unión.
El obispo de Torreón, José Guadalupe Galván Galindo aclara que al matrimonio por la iglesia sigue siendo indisoluble, porque recalca que "lo que Dios ha unido, el hombre no lo puede separar". Pero explica que de darse una serie de causales como el engaño, violencia familiar, una discapacidad o enfermedad que se desconocía, se considera que no hubo matrimonio por lo tanto se anula.
Galván explica que es a través del Tribunal Eclesiástico, con el que cuenta cada Diócesis, que se analizan cada caso, cuyo fallo se manda a un Tribunal de Segunda instancia, que en Torreón le corresponde a Durango, para que se anule o no el matrimonio.
Dicho proceso podría demorar hasta cuatro años y además podría representar gastos importantes para las parejas solicitantes. Pero ahora con la disposición del Papa Francisco, se pretende agilizar los trámites, facultando a los obispos para dar el fallo que solicitan con apoyo del Tribunal Eclesiástico y eliminando la segunda instancia así como las cuotas.
"El Papa lo que quiere es que ya los procesos sean más ágiles, que nosotros no pongamos trabas y una de ellas, a veces para unos era la cuestión económica, como nosotros no sólo tenemos sacerdotes trabajando en esto sino doctores, abogados, psicólogos, algún especialista, todo eso va costando, entonces las diócesis tenían una cuota, y esa cuota iba pagando en uno dos o tres años; ahora dice el Papa hay que hacerlo en forma gratuita, pero si las personas se sienten agradecidas y quieren dar un donativo, que bueno", explicó.
Cualquiera de las partes puede solicitar el trámite. Una vez que han decidido separarse, se solicita el divorcio civil. Una vez iniciado el proceso, el Tribunal Eclesiástico siempre consultará a la otra parte, "para ver si las causales que se dicen sean verdaderos".
La intención insiste es acortar el tiempo para que no sea largo el sufrimiento para aquellas personas que desean unirse en matrimonio nuevamente.
El obispo descarta que estas disposiciones ocasionen que sean más las parejas que soliciten el trámite. "No es ninguna barata, simplemente la iglesia tiene que estudiar cada caso, lo que quiere el Papa es que sean rápido y sin cuotas fijas". Y recalca que pueden existir casos que requieran ser enviados al Tribunal de la Rota Romana con sede en Roma, Italia.
POR LA FAMILIA
El obispo comentó que será en el sínodo de la Familia, a celebrarse en octubre, se analizarán los casos de las personas divorciadas y aquellas vueltas a casar, que aunque pueden participar en la liturgia, no pueden recibir la comunión.
"Vamos a ver en el sínodo qué dicen los obispo y después el Papa con algún documento oficial lo va a establecer", comentó Galván Galindo, quien informó que serán tres cardenales y un auxiliar, los que participarán en el encuentro en el Vaticano.