Al filo de la noche

¿Has salido de tu casa entre las 5 y 7 de la mañana y te has topado con gente en la calle? Tal vez pienses que se dirigen a su trabajo, o a la universidad, cuando no necesariamente es así. Tal vez esté regresando de su jornada laboral.

Cuando de trabajar se trata, se puede optar por diferentes turnos, ya sea diurno, vespertino, nocturno o combinado, según la Ley Federal del Trabajo la jornada nocturna es la comprendida entre las ocho de la noche y las seis de la mañana, y aunque el más común es el diurno, las personas que trabajan por la noche se pueden enfrentar a situaciones donde su salud, tanto física como emocional, se verá deteriorada en gran medida, sobre todo cuando perdura años.

Trabajar en momentos donde el cuerpo de manera natural debería estar durmiendo, genera desórdenes biológicos y problemas de salud que en un futuro se pueden agravar.

El trabajo nocturno rompe con los períodos naturales del ciclo biológico, afectando los ritmos que rigen actividades como el sueño y la vigilia, sistema cardíaco, gastrointestinal, circulatorio y el ciclo menstrual en las mujeres. El doctor Carlos Alejandro Marcos Siwady, especialista en medicina del trabajo, nos habla sobre este tema que no siempre es abordado como debería con aquellas personas que deciden trabajar por las noches sin tomar en cuenta las restricciones y consecuencias.

Si bien es cierto que hay diversos trabajos donde es necesario contar con un personal nocturno, es importante que el trabajador se cuide para evitar enfermedades tanto físicas como mentales, así como estar siempre al tanto de las leyes y asegurarse que la empresa le de todo lo necesario para tratar de evitar cualquier descontento y problema que pueda surgir.

Principales dificultades

El cambio de horario de una persona al trabajo nocturno no sólo conlleva tener que voltear básicamente sus horas de sueño, también comenzarán a surgir problemas con la alimentación, pues no siempre se toman el tiempo de preparar o cocinar saludable, recurriendo a comida rápida o chatarra. Una sana alimentación es básico para ser una persona productiva, cualquiera que sea el horario de trabajo.

Patologías cardiovasculares, hipertensión, problemas gastrointestinales, entre otros, son algunos de los padecimientos más comunes en los trabajadores nocturnos, debido a la alteración de ciclos circadianos, la mala alimentación, la presión y el estrés. Otro problema al que pueden enfrentarse es a la falta de luz solar que recibe su cuerpo, ya que ésta es básica para el proceso de ciertas vitaminas. Si bien es cierto que el exceso de luz solar es malo y puede provocar quemaduras y enfermedades como cáncer en la piel, también la falta de la misma produce alteraciones bioquímicas como en el proceso de vitaminas, entre ellas la D.

El dr. Marcos Siwady comenta que los trabajadores deberían realizarse exámenes médicos de ingreso y sólo algunas empresas los aplican; la Ley Federal del Trabajo marca como obligatorio este punto en determinados trabajos, tales como en minas, tripulaciones aeronáuticas, autotransportes, entre otros, así como en menores de edad. Sin embargo, en cuanto a los trabajadores nocturnos, el especialista recomienda realizarles un check up que incluya pruebas de esfuerzo, toma de presión arterial, exámenes psicométricos o pruebas psicológicas para analizar alteraciones en su salud. Desafortunadamente, estos estudios no se realizan con la frecuencia que debería pero si debe ser considerado como algo necesario para mantener en óptimas condiciones la salud del trabajador y por ende, brindar un servicio productivo y de calidad a la empresa.

Hay quien dice que los accidentes laborales suceden en mayor medida por la noche, sin embargo, el especialista comenta que esto no siempre es así. Los accidentes laborales surgen en su mayoría por la mañana, y esto se atribuye a que la cantidad de trabajadores diurnos es más alta.

Por otro lado, Marcos Siwady comenta que a pesar de que sea menor el número de afectados por la noche, las consecuencias suelen ser fatales a diferencia de durante el día, “esto debido a que es mayor la cantidad de gente que pudiera auxiliar al afectado de manera inmediata por la mañana, si alguna empresa cuenta con brigadas de salud o médico es más viable que se encuentre disponible durante el día, no por la noche”, agrega el especialista.

El trabajador nocturno debe cerciorarse de que la empresa le brinde lo necesario para poder realizar su trabajo, como proporcionar un servicio médico durante su jornada laboral, instalaciones de higiene y seguridad adecuadas, iluminación, ventilación, transporte, etcétera.

Por lo general las mujeres pueden resentir más las consecuencias del trabajo nocturno, especialmente cuando hay hijos de por medio. “La mujer está expuesta a mayor presión y estrés porque aparte de trabajar tiene el rol de mamá, no es propiamente por el trabajo nocturno sino por las actividades como mujer que le pueden provocar mayor presión”, explica el especialista.

Es muy importante que la familia comprenda la necesidad de la persona a trabajar de noche, aunque puede ser una decisión muy difícil, deben aprender a adaptarse para evitar problemas posteriores. Sobre todo, aprender a valorar los momentos familiares, es decir, no dejar que nada ni nadie, especialmente la tecnología, sabotee esos momentos en que puede estar toda la familia completa. Estos factores, el trabajo nocturno, el alejamiento familiar, el permanecer mucho tiempo o todo el día frente a una pantalla, puede derivar en una ruptura.

Un trabajador productivo

Cuando hablamos de trabajadores nocturnos productivos, es responsabilidad tanto del trabajador como de la empresa, ya que ésta será quien deba aportar un cálido ambiente de trabajo. El especialista comenta que para que la empresa obtenga la productividad que requiere, se necesita contratar personal capacitado, así como evitar a toda costa las conocidas “horas extra”, ya que desafortunadamente en la población trabajadora es común que lleguen a utilizar estimulantes como café, bebidas energéticas, entre otras cosas, que mantienen a la persona despierta, más no alerta. “El exceso de estimulantes van al sistema nervioso, por lo que se deben evitar a toda costa”, agrega el especialista.

De igual manera, hay que procurar que el turno nocturno sea de manera permanente o al menos que el cambio de la rotación de turnos no sea tan rápido ni frecuente. “Deben ser mínimo cuatro semanas, pues el organismo se tarda aproximadamente una semana para acostumbrarse y si a cada rato estás cambiando de turno obviamente te va a provocar alteraciones mucho más fuertes”, explica Marcos Siwady.

Las personas ideales para ejercer trabajos nocturnos son mayores de 18 años y menores de 60, según el especialista, dependiendo del tipo de trabajo. Hay labores que son específicas para mujeres, ya que requieren de ciertos detalles, por otro lado, los que necesitan de un mayor esfuerzo físico, trabajo de peso, son para los hombres. No se recomienda que mujeres embarazadas trabajen en turnos nocturnos, ni tampoco personas que consuman medicamentos que vayan a afectar el sistema nervioso, que tengan patologías psiquiátricas de fondo, limitaciones musculoesqueléticas, padecimientos congénitos o cardíacos, etcétera.

La Ley Federal del Trabajo incluye normas oficiales encargadas de los procesos en cuanto a la reglamentación del trabajo nocturno. El Artículo 123 argumenta que la jornada máxima de un trabajador nocturno debe ser de siete horas, y además, quedan prohibidas labores insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno industrial y cualquier tipo de trabajo después de las 10 de la noche en menores de 16 años.

Un básico: el descanso

Toda persona necesita descansar, y un trabajador nocturno no es la excepción. En ocasiones, nos encontramos con situaciones donde los trabajadores en lugar de acudir a su hogar a dormir y recuperar las energías perdidas en la jornada laboral, optan por realizar otro tipo de actividades que les restan tiempo valioso de sueño que puede terminar en síndrome de fatiga.

“Hay que tomar en cuenta que en la vida existe un triangulo; una tercera parte de tu vida vas a trabajar; otra tercera parte vas a descansar; y la última tercera parte de tu vida vas a dormir”, explica el doctor Siwady. Cuando hablamos de descansar, nos referimos a realizar también las actividades personales, familiares, del hogar, etcétera. “En el momento en que rompas ese equilibrio, vas a afectar cualquier circunstancia. Cuando le dediques más tiempo al trabajo, vas a quitarle tiempo a tu descanso y al dormir, lo cual puede llevar a repercusiones en la salud; en el momento que le dediques más tiempo a dormir, va a repercutir en el descanso o en el trabajar, circunstancias que pueden provocar alteraciones psicosociales, síndrome de burnout, estar irritable, molesto, etcétera”, comenta el especialista.

En cuanto al descanso se refiere, hacemos mucho énfasis en que el trabajador nocturno debe darse el tiempo necesario para recuperar energías aunque sea a plena luz del día, ya que a pesar de que logre dormir las horas necesarias, el descanso nunca es igual por la noche que por la mañana. “La diferencia es muchísima, tienes completamente alterados los ciclos circadianos desde la alteración del cortisol, testosterona, insulina, de diferentes tipos de hormonas que te van a ayudar a permanecer en estado de alerta, y no te van a permitir descansar verdaderamente porque los vas a tener alterados, hasta el máximo”, explica el doctor. Lo ideal y fisiológico es descansar en la noche, pero cuando esto no es posible, debes buscar un sitio lo más oscuro y aislado del ruido posible para mejorar la calidad del descanso aunque no sea la misma que al dormir por la noche.

Para finalizar, el especialista comenta que familia del trabajador debe comprender esta parte del descanso y permitirle hacerlo, sin molestias, dejarle dormir las horas necesarias para que su cuerpo se recupere. “En conjunto deben adecuar el tiempo de esparcimiento familiar al horario del trabajador, su alimentación, tratar de proveer una comida balanceada rica en frutas, verduras, fibra, etcétera.”

‘VIVEN’ DE NOCHE

En el Primer cuatrimestre de 2014 se reportaron 49,080,947 trabajadores en México, de los cuales:

• 688,009 laboraban

en un turno nocturno

• 1,520,319 rolaban turnos

En Coahuila:

• 30,417 personas

trabajaban de noche

• 906,469 durante el día

• 166,500 rolaban turnos

• Hombres:

20,428 trabajaban de noche

127,615 rolaban turnos

• Mujeres:

9,989 trabajaban de noche

38,885 rolaban turnos

En Durango:

• 11,376 trabajaban de noche

• 508,510 trabajaban de día

• 17,977 rolaban turnos

• Hombres:

7,257 trabajaban de noche

14,401 rolaban turnos

• Mujeres:

4,119 trabajaban de noche

3,576 rolaban turnos

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