En el nuevo San Isidro, con tribunas repletas de gente feliz, el combinado Laguna-Torreón se luce con su casaca en blanco con la enorme franja verde sobre el pecho, el técnico Grimaldo González había tenido una semana larga de dudas para completar una formación que pudiera aspirar en grande sobre un muy dotado Cruz Azul pero hoy las dudas renacen y Octavio Muciño hace sufrir a la gente con dos remates cercanos que ha tapado Rubén Chávez a cuerpo limpio. Fernando Bustos es un demonio de la banda derecha y ni siquiera un par de patadas de Octavio Gómez lo hicieron titubear. Igual Victorino por la izquierda preocupa y detiene la salida de Luis Gómez.
Todos querían celebrar y qué va, lo que hace esta afición es admirar el talento ajeno, que está claro no es un pecado, pero no siempre es bien visto. Oh, falta de Yassín sobre JM Álvarez, que hizo una veloz diagonal. Uff, le pega Kalimán. El bombazo se estrella en el larguero local y casi lo rompe del impacto bestial. Es tiempo de respirar, cuando por fin una esperanza aparece al perder Alejándrez una pelota en medio campo al tratar de ligar un ataque desde el fondo, así que Tarabini arranca como un poseído y libra la barrida desesperada de Viveros para meter un centro al segundo palo, donde Chalo Fragoso se lanza como una plancha al frente y conecta de cabeza; ese remate, picado a poste contrario supera la estirada de José Miguel Marín y termina en la red. Lo que no parece terminar es el festejo. Y es razonable, Cruz Azul está de líder invicto en el torneo Vida Nueva, donde todos, absolutamente todos, son otra vez jóvenes vigorosos.
Es tremendo equipo el que dirige el húngaro Jorge Marik con Gato Marín, Nacho Flores, Bardomiano Viveros, Javier Guzmán, Juan Manuel Alejándrez, Álvarez, con Bustos, Muciño, Cesáreo Victorino y otros. Hoy están irritados y se juntan para protestar, todo el tiempo al central Arturo Yamasaki, que como siempre se los sacude con tarjetas y sonrisas pero el combinado está crecido y cuando Flores se adelanta demasiado, Genonni aprovecha el hueco y Guzmán lo detiene con violencia en el área. Penal y expulsión. Lo ejecuta Tarabini con endiablada fuerza, a la derecha del inerme Marín, 2-0.
Como somos gente con grandes limitaciones en el aspecto de diversión, entretenimiento y tardes felices, el redactor se siente obligado a imaginar a los suyos con una tremenda alegría, que es ésta, aunque está claro que se da en un escenario donde nadie quiere estar, por más felicidad que irradien, porque, como sabemos, es un mundo de muertos, todos son difuntos.
Ah, ¿la formación del combinado Laguna-Torreón? Fue con Gato Chávez; Gato Gómez, Popi Correa, Lalo Castro, Octavio Gómez; Macho Cordero, Perico Borrego, Jaime Yassín; Aníbal Tarabini, Javier Fragoso y Enzo Genonni (tal vez no continuará).
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