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Al Larguero

EL FUTBOL ES DE LA GENTE

Alejandro Tovar

Hay espectadores que miran todo con ironía perpleja, como si el mundo se acabara de inventar sólo para ellos, cuando en realidad nadie considera lo que han crecido esos fans en su búsqueda de mayores dividendos de diversión, que los conduce a girar botón del control televisivo constantemente, para ver el futbol europeo, huyendo tal vez de la monotonía nacional y de paso ir descubriendo nuevos conocimientos del deporte, que van formando a un conocedor de mayor cultura futbolera, que desde luego se rebela cuando encuentra pocos elementos locales para emocionarse y sentir que encuentra diferencia.

Los medios caseros descubren modas para invertir su tiempo y recursos; el actual, es el arbitraje, que a todos preocupa, cuando lo importante no es el simple señalamiento de las fallas, sino la búsqueda del cambio y mejoría de tan ardua labor, porque esos hombres tienen instantes para decidir y si caen dentro de los errores, el mundo se viene encima, porque llegan a incidir en los resultados, lo que acarrea por consecuencia natural, la suspicacia y la triste especulación.

El futbol mexicano está sujeto a las leyes que establezca la TV, porque ellos pagan cantidades millonarias para ordenar los horarios de acuerdo a su rating, olvidándose de los aspectos deportivos que favorezcan al equipo casero, el solo hecho de alimentar al gran monstruo, implica la solvencia de los jugadores, las gruesas nóminas y por ende, la sobrevaluación de los atletas, en un mundo muy actual, donde el consumo es el rey en ese juego de oferta y demanda.

Los fans somos solamente actores de reparto en la película del futbol y de relleno, prácticamente. Los jugadores establecen modas en sus declaraciones, siempre lejanas a la responsabilidad y los técnicos prefieren acudir al discurso tan utilizado, tal vez ambos gremios con la creencia de que quienes seguimos el juego, que ya no el espectáculo, salvo casos muy contados, de que somos una partida muy grande eso sí, de ingenuos que debemos creer todo cuanto declaren, suponen tal vez que no tenemos un ápice de cultura o que la escuela nos quedó lejos, como a muchos de ellos; no a todos, desde luego.

Mientras la bestia futbolera ha sido agigantada con inversiones e intervenciones de la TV, con funcionarios que permiten el accionar de un número demasiado alto de jugadores no nacidos en México, no solamente atentan contra el desarrollo local, sino que entran en la peligrosa etapa de la politización de la inteligencia, tal vez considerando que bajo el poder cualquier abuso suele ignorarse. Esto no tiene mucho futuro porque la gente no nació ayer y sobran los seres pensantes.

Más que crucificar al arbitraje, se le debe escuchar, no reprimir. Deben acercarse a esos hombres que parecen resignados al paredón y así como se hace con las instituciones, instalaciones y planteles, invertir lo necesario para conseguir el nivel apetecido, con los maestros necesarios, con los apoyos que haya menester, con la congruencia exigida por un momento tan difícil. Señalar es simple pero las preguntas relevantes son como escobas que barren la mente y crean un espacio limpio.

arcadiotm@hotmail.com

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