Todo mundo habla ahora de Ponchito González, el fino jugador del Atlas, por su intento fallido de penal, en una decisión que a nadie satisfizo y piden su cabeza, "irresponsable" le llaman. Se respetan las ideas diversas aunque no se compartan. Él se atrevió y paga las consecuencias. Lo que no se entiende es que los comentaristas hablen siempre, en este tipo de acciones, que cada vez son más frecuentes de "lo tiró como Panenka" y no agreguen más al caso, tal vez porque lo ignoran cabalmente, cuando se supone que deben informar y educar al auditorio. Si no, ¿cómo va a aprender la gente?
Antonin Panenka nació en Praga el 2 de diciembre de 1948.
Era un delantero punzante por izquierda, creativo y goleador, pieza vital de su equipo CF Bohemians, que es un popular club checo que viste a rayas verdes y blancas verticales, con un segundo uniforme en amarillo y negro.
Crack de su selección, llegó a su cumbre en la Eurocopa de 1976 en Belgrado, cuando arribaron a la final contra Alemania. Después de un tremendo partido, prórroga incluida, estaban 2-2 y vinieron los penales.
Checoslovaquia marcó cuatro en línea y los germanos fallaron uno, el cuarto, por la impericia de Uli Hoeness, astro del Bayern Munich y su presidente después.
Tocó el turno de Panenka con toda la esperanza puesta en su persona. No decidió hacerlo así, fue un arranque improvisado, dijo tiempo después, "cuando vi que Maier se lanzaba a la izquierda, donde pensaba yo tirar, llegué a la pelota y la piqué. El balón entonces entró por el centro del arco, en una vaselina. Maier no pudo reaccionar". Ese penal confirmó la victoria, la Copa de Europa a los checos y Panenka a la historia.
Desde entonces, quien lo ejecuta de esa forma, levantando la pelota mientras el arquero viaja a algún costado, se dice que es "penal a lo Panenka", aunque muchas veces los porteros lo intuyen, aguantan y la toman fácilmente.
Por cierto, Antonin Panenka es actualmente presidente de su club de toda la vida.
Alguien que lo ensaya con frecuencia es Sebastián Abreu, lo hizo con Uruguay contra Brasil en la Copa América de 2007 y lo repitió en el Mundial de Sudáfrica 2010 contra Ghana para ir a las semifinales. En México lo hizo varias veces con Tecos, sobre todo.
No es sencillo realizarlo, hace falta una buena técnica y pegada justa. Es como un factor sorpresa muy arriesgado, que no a todos agrada. Es lindo aspecto del juego de futbol.
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