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Al Larguero

LA INCERTIDUMBRE

ALEJANDRO TOVAR

Los viejos aficionados del futbol somos como soldados de un ejército silencioso, de esos que conocen la disciplina y el apego estricto a sus colores con la muy conocida, aunque no siempre grata obligación, de poseer un destino que viaja del deseo al sufrimiento. No somos los que erramos los pases, ni nos ponemos los zapatos al revés, ni nada de lo que sucede en el terreno de juego está en nuestro control pero igual, nos agita como fruta en licuadora.

Dicen los que saben que ante la incertidumbre se debe ser imaginativos, flexibles y positivos, como si esa fórmula fuera tan sencilla de asimilar en un simple compromiso con la inteligencia, que nada sabe de los secretos del corazón y de esos roedores del cerebro que nos taladran con el uniforme de las dudas y el espectro de un mar de suposiciones inherentes.

Ante el ruido del fracaso, los protagonistas suelen ir preparando las frases adecuadas, esas que sobran dentro de un panorama tan conocido, por repetitivo, esas mismas donde toda la responsabilidad se delega hacia las circunstancias propias del juego y al arbitraje, clásico sendero donde cabalgan como Irineo Leguisamo a Lunático el famoso corcel de Carlos Gardel en el Hipódromo de Palermo.

Si en cambio, como todo mundo quiere, el grupo de jugadores que ha perdido tanto espacio en la campaña, ha llenado de dudas su funcionamiento y como dicen ellos "ha dejado de hacer muchas cosas", se reivindica y consigue entrar al torneo reducido luego de muchas maromas poseerán incluso el derecho a la venganza y el reproche por tanto tiempo de incredulidad.

Es el efecto del futbol, que todo mundo espera que se resuelva con éxito y que el esfuerzo, que sabemos está garantizado, porque son honestos, también lleve aparejado un aire de cohesión, creatividad, gestación y contundencia para ventilar en pleno un ambiente donde la ilusión vuelva a sacar su reluciente bandera.

Sucede que en el caso santista, las dudas asaltan por la irregularidad de su campaña y aunque el consuelo precisa de sabias explicaciones en este caso no hay mejor respuesta a cualquier inquietud que la victoria. Ella propondrá que se olviden los deslices de su técnico, tan desbocado en sus declaraciones y se haga la unidad con su afición tan noble como siempre, pero acostumbrada a la grande, que ya no es ilusa ni soporta medianías.

arcadiotm@hotmail.com

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