A nadie le gusta el horario de semifinales ¿y qué? Se juega a las diez de la noche del jueves y ya. En el mundo interno del futbol mexicano (y puede darse el caso) hay partidos donde los comentaristas casi entran a cabecear y donde los señores de la Tv dominan el escenario, su escenario, nada menos.
Por más que al aficionado le disguste una programación, se tiene que resignar pues las grandes cadenas pagan millonadas para hacer grueso el negocio, con sus patrocinadores generosos que enriquecen a los jugadores y solventan a los clubes, así que cualquier movimiento que intenten debe aprobarse, sin atenuantes, no cuenta su incomodidad de aficionado pobre.
Fox no se movió de su horario y Azteca tuvo que abrirse hasta las diez, para de paso probar el rating de las telenovelas de Televisa y su noticiero estelar, pues de esa manera alcanza una jugada de tres bandas. Son los tiempos que vivimos, el futbol mueve más dinero que nunca y esa invasión ha terminado por apoderarse del espectáculo, lo que provoca que muchas veces se considere, eso dan a entender, que frente al televisor estamos gentes incultas o faltos de reacción inteligente, pues manejan el idioma de tal manera que nadie se vaya a sentir ofendido y de tocar lo menos posible a los protagonistas, de tal forma que la terrible patada de Goltz al chico Lozano del Pachuca no fue una agresión, ni una plancha descalificadora de roja inmediata, sino "una equivocación".
De toda la variedad de las capacidades humanas, una de las más misteriosas es la de negar la evidencia, la de cerrar los ojos a lo irrefutable o incluso mantenerlos abiertos sin aceptarlo, así que ver el medio hipócrita del futbol, te divierte. Encuentras a Mr. Ferreti cuyo equipo jugó a nada en la eliminatoria y él le llama "dos juegos regulares". Luego Mr. Matosas se siente orgulloso y agradecido del esfuerzo de sus jugadores y subraya que la expulsión los perjudicó ¡pero nunca habla de la irresponsabilidad de Goltz¡, así que no puede dejar de preguntarse la gente inquieta, ¿agradecer, qué no es obligación básica del jugador luchar y entregarse?
A quien se debe agradecer es a Roberto García Orozco, que hizo valer la dignidad de un árbitro en semejante escenario. Se fajó de verdad en la expulsión inapelable y en el penal y roja posterior a Aguilar, hizo lo justo y se hace notable, aunque la reacción de Peralta sea de "robo arbitral", tal vez porque a ese momento no había observado repeticiones televisivas. Como se ve, un mundo convulso, un torneo corto de hechos raros con tristes y atemorizantes cuadros de violencia e insurrección.
Y en contraparte, tal vez aleccionado por algún profesional o en etapa de aceptación de yerros que ofendieron a periodistas, aficionados, árbitros y hasta a sus propios jugadores, el técnico Caixinha entró en un relax donde sus declaraciones son medidas y meditadas, con serenidad y cierta tranquilidad, tal vez tratando de recuperar tanto terreno perdido por la ira y el descontrol. Un mundo loco es el futbol. De pronto parecía Santos en la lona y ahora puede apuntar al campeonato. Vida bipolar la nuestra que enfrentaremos con optimismo, aunque sea de madrugada.
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