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Al Larguero

LOS CHICOS MALOS

ALEJANDRO TOVAR

Cuando las Medias Negras decidieron ponerse a las órdenes del apostador profesional de Chicago, Arnold Rothstein (1882-1928), conocido gángster judío que decidió incursionar en el beisbol, el mundo de esos hombres se vino abajo al ser convencidos de vender la Serie Mundial de 1919, contra los Rojos de Cincinatti, en el capítulo más triste del deporte, al que casi cien años después, sigue estremeciendo.

Charles Comiskey, dueño del equipo, tuvo mucha culpa de ello. Era famoso por su tacañería, por la manera despótica de tratar a sus jugadores, a quienes obligaba a pagar hasta los gastos de lavandería de sus uniformes. A su lanzador estelar, Eddie Cicotte le prometió un bono de diez mil dólares, ¡si ganaba 30 juegos en la temporada, imagínese la clase de astro que era!, cuando su salario era de 6 mil al año.

Cicotte tiró como nunca y llegó a 28 triunfos, cuando Comiskey ordenó al mánager no utilizarlo para que no arribase a los 30 triunfos, lo que se cumplió, aunque el equipo ya había ganado el banderín para ir a la Serie Mundial. Pueden imaginar el dolor del pitcher, que iracundo, estuvo de acuerdo en "venderla" para hacer que su patrón tuviese una pérdida deportiva y económica, lo cual se consiguió, finalmente.

Comiskey, junto con el resto de propietarios propuso y logró la instalación de un Comisionado, deseosos de que el prestigio del beisbol fuera restaurado, con una investigación a profundidad. Todo eran rumores, sin las pruebas fehacientes, aunque la evidencia estaba en lo que se vio ¡pero no existían en ese tiempo los videos! El designado fue el juez federal Kenesaw M. Landis (1866-1944), quien procedió al juicio donde no hubo lo suficiente para condenar a los inculpados Ed Cicotte, Buck Weaver, Joe "Descalzo" Jackson, Preston Williams, Chick Gandil, Charles Risberg, Fred McMullin y Eddie Felsh pero de cualquier manera, todos ellos quedaron excluidos del deporte.

No todos recibieron lo que les habían prometido. Jackson y Risberg siempre se proclamaron inocentes pero igual Landis fue inflexible y los marcó en la historia y enterrados en vida. El Comisionado duró 24 años en el puesto, hasta su muerte y fue exaltado al Salón de la Fama en 1944, aunque después se encontraron documentos que lo señalaron como uno de los hombres que retrasó la integración de peloteros negros a las grandes ligas. Para entonces, sólo Dios y la historia podrían hacerle juicio.

arcadiotm@hotmail.com

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