Con cariño, por la salud de todos en 2016, en especial para Rubén Vaquera
Este tiempo se hace repetitivo el clamor popular por las bendiciones de la comunidad en el calendario que llega, algunos lo hacen por costumbre y hasta por moda; pocos, realmente con la sinceridad debida en un mundo de escenarios tan cambiantes, de paisajes tan diversos y de circunstancias que muchas ocasiones impiden que los buenos deseos e incluso las intenciones más sanas se proyecten como se pretende.
Es la vivencia natural en un espacio donde las limitantes aparecen como hierba mala.
No deja de sorprender que los horizontes del futbol se turben por los movimientos que agitan el deporte y lo empobrecen.
El caso FIFA, es dramático, todo mundo intuía y ahora lo vemos con evidencias y una serie de hombres encumbrados y famosos, en la picota, exhibidos y con destino a ser encarcelados, perder sus posiciones elitistas,
destinados al desprecio popular y directos a la historia negra.
Mr. Blatter se declara totalmente inocente de felonías y ¿quién le va a creer que no sabía nada de lo que sucedía?
El futbol se ha convertido en una industria imparable. Los patrocinadores y los medios han hecho un verdadero monstruo de alcances formidables en lo económico, comercial y por difusión pero no siempre en la garantía de un mejor espectáculo.
Europa es un gigante que absorbe todos los talentos del mundo y los recluta como soldados a la guerra, los usa y luego los escupe para seguir consumiendo más valores nuevos, cuyos costos se van hacia cifras jamás pensadas pero Inglaterra, España, Italia y Alemania, sobre todo, dan el ejemplo de lo que es la organización, el estilo del
show y la continuidad de éste, con un ritmo vertiginoso y garantía de grandes encuentros que el orbe disfruta por la tv, por más que haya gente como Zubeldía que no comparta la idea. Las pruebas están a la vista, no son comerciantes del engaño.
De todas la variedad de las capacidades humanas, una de las más misteriosas es el de negar la evidencia, la de cerrar los ojos a lo irrefutable o incluso mantenerlos abiertos sin aceptarlo. Así pues, de todos los acontecimientos que deja 2015 en el futbol, no deja de sorprender que Blatter niegue todo y uno se pregunta, ¿no mirando las cosas se logra que no existan? A veces, como dice Vargas Llosa con puntualidad absoluta, “es aterrador vivir en una sociedad en la que la verdad no importa”.
PD. Para los lectores de esta columna, con agradecimiento, una vida de calidad en 2016.
arcadiotm@hotmail.com