Unidos. La marcha reunió a casi dos mil maestros pertenecientes en su mayoría a la Sección 22.
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) apeló ayer al respaldo popular en su enfrentamiento con las autoridades, luego de serle arrebatado el martes el control del aparato educativo en el sureño estado mexicano de Oaxaca.
Alrededor de un millar de integrantes de la Sección 22 de la CNTE marcharon en la ciudad de Oaxaca, la capital estatal, apoyados por contingentes llegados de varios estados, principalmente Michoacán, Guerrero, Chiapas y el Distrito Federal.
Durante su recorrido hasta la plaza central de la ciudad corearon consignas contra las fuerzas federales que vigilaban su avance desde tierra e incluso con helicópteros.
Una vez en la plaza, realizaron un mitin en el que el líder de la Sección 22, Rubén Núñez, llamó "a la resistencia porque hoy debe ser el pueblo mexicano el que salga a reclamar esta ola de represión", aludiendo a la decisión del Gobierno de quitarle el control del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
"Aquí estamos todos juntos para dar la cara frente a esta embestida de carácter nacional", agregó.
En vista de la asistencia relativamente escasa a la marcha de ayer, es incierto el apoyo que la CNTE pueda concitar entre la ciudadanía. El miércoles pasado, una encuesta de la firma Gabinete de Comunicación Estratégica mostró que un 43.4 % de los oaxaqueños apoya la transformación del IEEPO, mientras que un 35.2 % está en desacuerdo.
La víspera, también en un mitin en la plaza, miembros de la CNTE aseguraron que este "es el inicio de la gran resistencia" contra lo que consideran un despojo de sus conquistas laborales. La agrupación planea una marcha masiva para mañana lunes en Oaxaca, su bastión principal.
El Gobierno de México tomó el martes medidas contra la Coordinadora, la rama más combativa del magisterio nacional, al quitarle el control del Instituto.
