En las afueras del Rose Bowl, el hormiguero de autos avanza con lentitud para llegar al estadio, en las escasas calles de acceso al inmueble del norte de Los Ángeles. (JAMMEDIA)
Un ambiente candente en temperatura y en emoción se vive esta tarde en el Rose Bowl de Pasadena previo al encuentro entre las selecciones de futbol de México y Estados Unidos, por un boleto para la Copa Confederaciones.
Desde muy temprano, algunos desde el mediodía, los aficionados se colocaron de manera estratégica con su tradicional parrilla para comer carne asada, tacos y otros antojitos mexicanos antes de ingresar al estadio.
Román Gallardo, junto con sus familiares de Jalisco, ya estaba entonado y emocionado por entrar. “Sólo nos tomamos tres cervezas, pero el canijo calor nos tiene bien sedientos”, explicó mientras ondeaba su bandera mexicana.
Con una temperatura cercana a los 30 grados centígrados, las selecciones se enfrentarán en una nueva edición del llamado clásico de América del Norte.
Afuera del estadio predominan las playeras de la selección mexicana en una proporción de 70 y 30, lo que se espera prevalezca en el estadio que lucirá un lleno espectacular con más de 90 mil almas.
Además de las camisetas, los mexicanos portan gran cantidad de banderas, muchas colocadas a manera de capa. Se identifican también por sus infaltables y enormes sombreros, con su tradicional leyenda de “México”.
“Éste es un día especial para mí. Vengo con la emoción de disfrutar el derrotar a Estados Unidos, así como les ganamos en la Copa Oro en Pasadena hace unos años, así soñamos en volverles a ganar”, comentó Efraín López, quien llegó con su esposa e hijo.
Antes de entrar al estadio y en tropel, aparecieron los madrugadores fanáticos mexicanos con enormes carteles que colocarían detrás de una portería con las leyendas de “Los hijos de Villa” y “Villa’s army”.
Dos horas antes del partido, ya los mexicanos que empezaron a apostarse detrás de la portería norte y no dejan de gritar “México, México”.
En la portería sur, un pequeño grupo de seguidores con atuendo estadounidense apareció con carteles criticando al ex presidente de la FIFA, Joseph Blatter, entre ellos uno disfrazado del Capitán América.
En las afueras del Rose Bowl, el hormiguero de autos avanza con lentitud para llegar al estadio, en las escasas calles de acceso al inmueble del norte de Los Ángeles.
A algunos les lleva hasta dos horas llegar al estadio. En las calles hay revendedores ofreciendo en 115 dólares o más un anhelado boleto.