EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Año nuevo, gobierno nuevo

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

A estas alturas no tiene caso voltear para atrás y analizar los desastres ocurridos en varios sectores de México durante 2014, desde el tema de seguridad e impunidad hasta el económico que concluyó con una devaluación del peso y un crecimiento raquítico.

Las causas de los conflictos recientes han sido ampliamente analizadas. Varias son externas como la baja en el precio del petróleo, pero las principales son de carácter interno que sólo podrán resolverse con la decisión del gobierno y y la colaboración de la sociedad.

La violencia que asuela a todo el país con énfasis en Guerrero, Michoacán, Estado de México, Morelos, Sinaloa y Tamaulipas, tendrá solución a mediano plazo si se atacan sus principales causas, esto es la impunidad, la corrupción y la pobreza.

Lo importante ahora es mirar de frente hacia 2015 con el ánimo de corregir los errores en los dos años del gobierno de Peña Nieto y tomar las acciones urgentes y tajantes que necesita un país hambriento de paz y progreso como es México.

Por fortuna nuestra nación ya no es la república bananera de los años setenta y ochenta cuando gobiernos populistas pretendían por la vía del socialismo impulsar un desarrollo utópico basado en los ingresos petroleros y en la falacia del reparto de la riqueza.

México es hoy un país fuerte con una economía diversificada lo que le permite mantenerse de pie a pesar de tantas dificultades. No ocurrió lo mismo en 1976, tampoco en 1982 y menos en 1994, cuando el clima de violencia provocó tal desconfianza que se desató la peor crisis económica y social en cincuenta años.

Lo trascendente ahora --insistimos-- será tomar medidas correctas de acuerdo al tamaño de la problemática. Las reformas estructurales aprobados luego de años de retrasos son muy importantes, pero darán frutos a mediano y largo plazo.

¿Cuáles acciones se requieren entonces para sacar al buey de la barranca a dos años de iniciado un gobierno que en su arranque despertó esperanzas pero que se ha ido a pique en los meses recientes?

No hay que ser duchos en economía política ni en políticas públicas para mencionar cinco estrategias que representarían un cambio súbito para México.

La primera será reducir los impuestos. Hay que bajar el IVA en las fronteras para poder competir con Estados Unidos y en las zonas deprimidas. También ajustar el impuesto sobre la renta especialmente para las nuevas inversiones.

Segundo: es apremiante limpiar la casa por dentro, a los tres poderes de la unión les urge una reestructuración profunda: menos dependencias, menos gastos, menos burocracia y más efectividad. ¿Para qué recaudar más impuestos cuando el 90 por ciento se lo traga la administración del Estado?

La tercera acción se refiere a combatir la corrupción y la impunidad con todo el peso de la ley, pero especialmente con el ejemplo. A Peña Nieto se le fueron varias oportunidades doradas para levantar su credibilidad. El desprestigio por la Casa Blanca y por la residencia de Luis Videgaray es enorme, además de los trágicos sucesos de Iguala y Tlatlaya.

Cuarta estrategia: destinar grandes inversiones a sectores productivos que generan empleos y promueven el desarrollo como la construcción, la agricultura, el turismo, las maquiladoras y el comercio. ¿Por qué concentrar la riqueza en un magno aeropuerto que beneficiará sólo a dos o tres grupos?

Finalmente el gobierno requiere transformar en serio la educación mexicana, no es suficiente meter a la cárcel a una lideresa sindical, se requiere orientar las escuelas, preparatorias y universidades a las necesidades reales del país. ¿Para qué tantos abogados, normalistas y médicos mediocres cuando urgen técnicos de alta calidad así como ingenieros, desarrolladores de software y emprendedores de negocios?

Bueno fuera que las pésimas experiencias vividas en 2014 sirvan de acicate para que en el nuevo año se rectifiquen errores y se retome el rumbo adecuado. Es lo menos que se puede esperar de un gobierno tan errático y cuestionado.

APUNTES FINALES

Surgen los primeros nombres para la Fiscalía General que sustituirá a la Procuraduría General de la República, pero lástima porque a pesar de tantos prestigiados juristas los que suenan son los "peñistas" Alfredo Castillo y Alfonso Navarrete Prida... Lo que es casi un hecho es que el "ya estoy cansado" Jesús Murillo Káram dejará la PGR. Les deseamos mucha felicidad y bendiciones para 2015, hasta entonces.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1072831

elsiglo.mx