Sondeo en EU. De levantarse el embargo, la isla caribeña viviría un proceso de modernización en todos los sectores económicos.
Al menos seis de cada diez estadounidenses apoyan el restablecimiento de relaciones con Cuba y el levantamiento del embargo comercial impuesto en 1962, pero apenas un tercio espera que la isla comunista se vuelva más democrática durante los próximos años, según un sondeo difundido ayer viernes.
La encuesta elaborada por el Pew Research Center determinó que el apoyo a la reanudación de relaciones y el fin del embargo asciende a tres cuartas partes de los demócratas encuestados, pero apenas 40 % de los republicanos apoya la comunicación diplomática y están divididos en partes iguales sobre la conveniencia de acabar con el embargo. Las reservas aumentan entre republicanos conservadores: Sólo un tercio apoya la reanudación de relaciones y apenas 40 % favorece terminar con el embargo. El escepticismo de que las medidas provocarán mayor democratización en la isla comunista es generalizado. Sólo 32 % de los encuestados espera que Cuba será más democrática durante los próximos años, mientras que 60 % espera que permanezca igual. El sondeo determinó que casi ocho de cada diez estudiantes universitarios apoyan las medidas anunciadas el mes pasado por el presidente Barack Obama.
Un total de 1,504 adultos de los 50 estados y el Distrito de Columbia fueron encuestados entre el 7 y el 11 de enero.
MEDIDAS INSUFICIENTES
Cuba consideró un primer paso las flexibilizaciones aprobadas por el presidente Barack Obama que entrarán en vigor ayer viernes, pero dijo que aún falta mucho para desmontar las sanciones impuestas a lo largo de cinco décadas.
Comentarios realizados por la oficial Agencia de Información Nacional y publicados en Granma fueron las primeras reacciones por parte de la isla a las medidas anunciadas por Obama y que constituyen la más amplia flexibilización por parte de Washington desde la década del 60. "Una lectura preliminar de las regulaciones emitidas por los departamentos del Tesoro y Comercio indican que éstas modifican la aplicación de algunos aspectos del bloqueo contra Cuba", expresó la nota.
Las medidas permiten más viajes de estadounidenses a la isla antes prohibidos so pena de fuertes multas, el uso de tarjetas de crédito y débito, autoriza a las líneas aéreas realizar vuelos y contratar servicios y levanta el volumen de las remesas trimestrales.
A la espera de turistas en Cuba
El éxito de la nueva política hacia Cuba del presidente Barack Obama depende en parte de las toallas de mano de los hoteles. Claro, no sólo de las toallitas. También de que el aire acondicionado funcione, de que haya waffles para el desayuno y de cientos de otras comodidades a las que los turistas estadounidenses están acostumbrados y que esperan que Cuba les proporcione. Según los expertos, los turistas que viajen a la isla ascenderán al doble este año gracias a la flexibilización de las restricciones de viaje que fueron promulgadas ayer viernes.
Las agencias de viajes a Cuba establecidas en Estados Unidos aseguraron que, simplemente, no hay más habitaciones en los pocos hoteles de alta gama que cumplen con los estándares internacionales. Eso significa que si los turistas que arriben a la isla se duplican, como se espera, tendrán que encontrar alojamiento ya sea en las sombrías instalaciones estatales de poca categoría o en uno de los segmentos más dinámicos, aunque pequeños, del sector privado cubano: las casas de hospedaje familiares que ofrecen fuentes de ingreso a miles de personas. Ese es lo que exactamente Obama dijo que quería lograr: cuando anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba el pasado 17 de diciembre, el presidente indicó que Estados Unidos quiere ser “un socio que le haga la vida un poco más fácil, más libre, más próspera a los cubanos”. La primera prueba que deberá afrontar esta apertura tendrá que ver, al final de cuentas, con el lugar que elijan los estadounidenses pasar la noche.
El funcionario habló a condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar públicamente sobre la nueva política.
