La situación económica de Pemex ya arrastró a sus contratistas.
Ahora ellos también enfrentan pagos tardíos y resienten la falta de contratos.
Ejemplo de ello es la empresa Oro Negro, quien redujo recientemente sus tarifas diarias a petición de Pemex hasta en 18.7 por ciento y tiene un equipo detenido.
De las nueve plataformas que tiene, ocho están emproblemadas.
Cuatro sufrieron el desliz mencionado y la plataforma Ímpetus está detenida por falta de contrato.
Tres más, Vastus, Supremus y Animus, tampoco tienen contrato y su construcción en Singapur va muy avanzada.
Datos de la empresa que dirige Gonzalo Gil White -hijo del exsecretario de Hacienda Francisco Gil- señalan que cada equipo de perforación marino cuesta alrededor de 229 millones de dólares.
Derivado de esta situación, el pasado 1 de septiembre Oro Negro solicitó a sus tenedores aplazar al 30 de septiembre el pago del interés de un bono y aseguró que está buscando un contrato con Pemex, que aún no ha conseguido.
La empresa incumplió con el pago, argumentando falta de liquidez, según una comunicación con sus tenedores.
En tanto, la Coparmex y la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (Amipe), señalan que Pemex tiene retrasados por más de 180 días sus pagos a proveedores.
Erick Legorreta, presidente de la Amipe, señaló que buscan que la petrolera emita cartas de crédito para que los contratistas puedan cobrar sus facturas atrasadas con instituciones financieras.
