La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo ayer que los sectores que quieren abrirle un juicio político con fines de destitución son los que buscan un "atajo" para asumir la Presidencia sin necesidad de obtener una mayoría en las elecciones.
La jefe de Estado, en un muy aplaudido discurso ante cientos de activistas que participaron en la Décima Conferencia Nacional de Asistencia Social, insistió en que no existe ningún motivo que justifique la apertura de un juicio político como el que quiere abrirle el Congreso y aseguró que usará todas las herramientas para luchar contra la interrupción de su mandato.
"No hay nada que justifique eso (el juicio), excepto el deseo de los que creen que hay un atajo para llegar a la Presidencia sin disputar el voto popular", afirmó.