Gana terreno. A pesar de las acciones de Estados Unidos en Oriente Medio, el Estado Islámico gana terreno.
La rama libia del grupo yihadista Estado Islámico (EI) aseguró ayer que controla totalmente la ciudad oriental de Sirte, situada a 440 kilómetros al este de Trípoli, tras varios meses de combates, informó una fuente de seguridad de la ciudad de Misrata.
La fuente dijo que miembros del EI mataron a cuatro milicianos islamistas de la denominada "Falange 166", aliada del Gobierno rebelde de Trípoli, encargada de proteger esa ciudad, e hirieron a una decena.
Asimismo, agregó que el EI sigue extendiéndose hacia la ciudad de AL Uashka, vecina a Sirte, nuevo bastión del grupo yihadista, y cercana a Misrata, situada a 200 kilómetros al este de Trípoli.
Por otra parte, una fuente de la ciudad oriental de Bengasi informó de que el EI mató ayer a dos comandantes, Nacer Buruak y Faray al Huti, de la milicia islamista de Maylis al Shura y Zuar en la ciudad de Derna, a 1,280 kilómetros al este de Trípoli. Esta mañana, el EI se hizo con el control de una planta eléctrica al oeste de Sirte que abastece la zona central y occidental del país.
Según informó el militar Walid Benguezi, de las fuerzas de Fayer Libia (Amanecer de Libia), aliadas del Gobierno rebelde de Trípoli, las fuerzas islamistas de "Falange 166" se retiraron de la planta tras el ataque del EI.
La fuente agregó que los yihadistas mataron a un miliciano islamista, mientras que ocho resultaron heridos y cinco fueron secuestrados por el EI.
El pasado domingo, el EI degolló a tres soldados de las milicias leales a Trípoli, que había capturado en un puesto militar de la localidad de Abu Grin, situada entre las ciudades costeras de Misrata y Sirte.
Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la comunidad internacional contribuyera a derrocar el régimen dictatorial de Muamar al Gadafi.
Desde hace meses, dos gobiernos, uno considerado rebelde establecido en Trípoli, y otro internacionalmente reconocido con sede en Tobruk, luchan por el poder.
En la última semana, el Frente al Nusra y sus aliados han ganado terreno frente al ejército en la provincia noroccidental de Idleb, donde han avanzado por la carretera que une Ariha con Yisr al Shogur.
Actualmente, la rama de Al Qaeda y otras facciones sirias controlan casi totalmente Idleb, cuya capital homónima se convirtió a finales de marzo en el segundo centro provincial que escapaba de manos de las autoridades tras Al Raqa, controlada por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Durante el mes de mayo, los leales a Al Asad retrocedieron en el este de la provincia central de Homs, fronteriza con Irak, frente al EI, que lanzó una ofensiva en la que se hizo con el dominio de varias ciudades, entre ellas Palmira, y de yacimientos de gas y de crudo.
Hasta cinco años
Liberar a Irak del Estado Islámico (EI) puede costar entre tres y cinco años desde una perspectiva puramente militar, admitió ayer el portavoz del Departamento de Estado de EU, John Kirby.
La lucha contra los yihadistas en Irak "va a tomar tiempo", dijo Kirby, un contralmirante de la Armada retirado, al pedir "paciencia estratégica" en declaraciones a la cadena de televisión MSNBC.
El portavoz dedicó su intervención a matizar unos comentarios del presidente de EU, Obama, quien este lunes sostuvo desde Alemania, donde participó en la cumbre del G7, que su país no ha desarrollado todavía una "estrategia completa" para entrenar a las fuerzas iraquíes en su combate contra los extremistas del EI. "Sí que tenemos una estrategia (...). A lo que el presidente se estaba refiriendo ayer es a un plan específico para mejorar el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes, y el Pentágono está trabajando en ese plan ahora mismo", aclaró Kirby. El objetivo principal del Gobierno de Obama es que el EI deje de ser una "amenaza" en esa región y en todo el mundo, según el exmilitar, quien agregó que "cada día" se examina la estrategia y su ejecución. Kirby detalló que esa estrategia incluye los bombardeos aéreos que ejecuta una coalición internacional liderada por EU desde agosto, entrenar y equipar a las fuerzas iraquíes, detener el flujo de combatientes extranjeros que quieren unirse al EI y trabajar con el primer ministro de Irak, Haider Al Abadi, hacia un Gobierno más inclusivo.
Preocupan muertes en Siria
Al menos 230,618 personas han muerto, de las que 69,494 eran civiles, desde el inicio del conflicto en Siria a mediados de marzo de 2011, según el saldo difundido ayer por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre los civiles, hay al menos 11,493 menores de edad y 7,371 mujeres, que perdieron la vida por la contienda en el país árabe.
En el bando opositor, hubo al menos 72,363 bajas, de las que 31.247 eran combatientes extranjeros de grupos radicales como la organización terrorista Estado Islámico (EI) y el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.
En la parte gubernamental, al menos 85,570 personas fallecieron: 49,106 miembros de las fuerzas regulares, 32,533 guerrilleros sirios pertenecientes a grupos prorrégimen, 838 integrantes de la organización chií libanesa Hizbulá, y 3.093 milicianos chiíes de otras nacionalidades.A todas estas víctimas mortales se suman 3,191 personas de identidad desconocida.
El Observatorio destacó que durante estos más de cuatro años de conflicto ha habido más de 1.6 millones de heridos y que once millones de personas se han tenido que desplazar de sus hogares.