En la escena del crimen, los peritos localizaron dos casquillos calibre .9 mm, que recogieron como evidencia del crimen.
Dos sujetos que llegaron a bordo de un taxi a un domicilio de la colonia Loma Real II de Torreón, asesinaron a balazos un hombre que se encontraba en la vivienda, la tarde de ayer.
La Dirección de Seguridad Pública Municipal y la Procuraduría General de Justicia del Estado, informaron que el reporte de detonaciones de arma de fuego y un hombre herido, ocurrió a las tres de la tarde, en la casa marcada con el número 717-B de la calle Meseta Alta, esquina con calle Cerro Verde, de la citada colonia, localizada al extremo oriente de la ciudad.
Al lugar arribaron los patrulleros de la Policía Municipal y del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE), así como los paramédicos de la Cruz Roja quienes determinaron que el hombre ya estaba muerto, y dieron parte a la Delegación Laguna I de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Poco más tarde se presentó el agente investigador del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, acompañado de peritos de la Procuraduría y elementos del grupo de Homicidios de la Policía Investigadora del Estado, para tomar conocimiento de los hechos, dar fe e iniciar las primeras investigaciones.
El representante social encontró el cuerpo de la víctima en el piso de la sala de la citada vivienda y a simple vista presentaba dos impactos producidos por proyectil de arma de fuego en la quijada y lado derecho de la cabeza.
Una hermana del occiso lo identificó como Rafael Posada Carreón, de 30 años de edad y manifestó a las autoridades ministeriales que su hermano salió a la tienda de enfrente y cuando regresó, se metieron detrás de él dos sujetos y uno le disparó en la cabeza, retirándose de inmediato. Los detonaciones de arma de fuego alertaron a los vecinos que marcaron al sistema 066 de Emergencias. Trascendió que los agresores habían llegado a bordo de un taxi de color amarillo, en el cual se retiraron.
En la escena del crimen, los peritos localizaron dos casquillos calibre .9 mm, que recogieron como evidencia del crimen.