Afortunadamente ya terminaron las campañas para diputados en Coahuila y Durango, y por obviedad en todo el territorio nacional al ser comicios federales. Sólo faltan dos días para un domingo más electoral. Hay por supuesto en otras entidades del país en que celebrarán paralelamente votaciones para la elección de gobernadores, alcaldes y renovaciones de Congresos locales. El caso más notable es la posibilidad real de que en Nuevo León gane un independiente, Jaime Rodríguez "El Bronco" está muy cerca de dar un campanazo en la historia contemporánea de México, venciendo a una partidocracia perversa que hoy tiene sobajado al pueblo de México.
Por norma general, las elecciones intermedias desde 1997 arrojan como resultante que el partido en el poder ejecutivo federal tiende a perder posiciones en el Cámara Baja. Desde la última elección intermedia del siglo pasado donde el PRI perdió por primera vez la mayoría, la constante se repitió en 2003 y en 2009. El PAN gobernaba y aunque tampoco nunca consiguió mayoría, a la mitad de sus respectivos sexenios vio disminuir el número de legisladores en el Palacio de San Lázaro, sede de los diputados.
Sin embargo, las proyecciones en esta ocasión es que no suceda lo mismo y que en este caso el PRI y sus satélites, dígase fundamentalmente el Partido Verde y en segundo término el Partido Nueva Alianza, puedan mantener el número de curules o incluso incrementarlo marginalmente, y les daría la mayoría que es muy deseable para poder ejercer el poder sin muchos contrapesos.
Este es entonces el escenario general, pero lo más grave de todo es que desafortunadamente parece que para los laguneros nada cambiará fuese cual fuese el resultado. El distrito segundo por Durango que comprende los municipios de Gómez Palacio y Lerdo será ganado con amplitud por Rocío Rebollo, mujer bragada, que cuando fue presidenta sorteó con gallardía el vendaval que se le vino encima en los tiempos en que la delincuencia organizada campeaba a sus anchas. La exalcaldesa llegará el primero de septiembre a ocupar su lugar como diputada federal, y aunque su palmarés en su trayectoria política es notable, poco podrá hacer en realidad para contribuir en mejorar las condiciones de vida de los gomezpalatinos o lerdenses, simplemente porque no estará en sus manos.
Por el lado de Coahuila la cosa no pinta diferente. El distrito quinto de Coahuila comprende algunas zonas de Torreón, Matamoros y Parras de la Fuente será ganado como lo hace habitualmente el PRI, que tiene como candidata a Flor Rentería, cuadro clásico del Moreirismo, por lo que poco se puede esperar, una más, como casi todos de los 500 diputados que comprenden la Cámara.
El sexto distrito quizá sea el que pueda tener mayor atractivo, porque aparentemente habrá competencia y el resultado no está definido, además del perfil de los contendientes principales: José Refugio Sandoval por el Partido Verde en alianza con el PRI; Jorge Zermeño por el PAN, además de la participación de Federico Sáenz por Movimiento Ciudadano.
Sandoval, candidato del Verde-PRI obtiene su candidatura basado en dos características principales: él es el cuadro más alto en la estructura estatal del Verde, partido abiertamente transgresor de la ley y comparsa del PRI; la segunda es su extracción acomodada que le permite moverse en círculos sociales que tienen un cierto peso en el distrito urbano de Torreón. Jorge Zermeño es el sempiterno precandidato o candidato del PAN a todo lo que pueda (el hueso es atractivo para todos) y ciertamente su prestigio personal lo convierte en la carta mejor posicionada de Acción Nacional frente al electorado, lo que lo vuelve competitivo. Sáenz Negrete es un competidor que al menos podrá ser un crítico libre y no tiene intereses como el político común, aunque no tiene posibilidad alguna.
Desafortunadamente el resultado que sea, poco ayudará a La Laguna. Es igual que el caso de Rocío y Flor. Si llega a ganar Sandoval será un voto más del PRI y un leal lacayo de su sistema. Claro que harto dinero ganará por eso. Pero aún ganando Zermeño poco podrá hacer por su región, ya que no hace mucho fue senador (2000-2006) y diputado federal (2006-2009) y no hay registros significativos de que haya hecho algo por su tierra desde el poder legislativo federal.
En conclusión. Esta elección intermedia arrojará una legislatura similar a la saliente, y muy poco influirán nuestros legisladores en la vida del ciudadano lagunero, debido a que así es nuestro sistema político. A menos que Rocío, Flor o Sandoval fueran a ocupar la coordinación de la bancada, cosa que no va a suceder; y en el caso de Zermeño de ganar, él sí pesa más en su partido, pero está probado que aunque sea el presidente de la Cámara como ya lo fue, pocas cosas hace por su terruño. Será entonces una decepción más para el que tenga verdaderas expectativas de un cambio, pero así son las cosas.