Ataque. Los hechos violentos generaron pánico entre la población, además de una intensa movilizaicón.
Dos árabes abrieron fuego en una estación de autobuses en el sur de Israel el domingo, matando a un israelí y dejando seis personas heridas en uno de los ataques más audaces en la ola de violencia sacude a la región. Esto ocurrió mientras la policía israelí erigió el domingo una barrera para separar los barrios judíos y árabes en Jerusalén oriental.
La vocera policial Luba Samri dijo que la barrera, una fila de seis losas de hormigón de unos cinco metros (16 pies) de altura, busca proteger el barrio judío de Armon Hanatziv de las rocas y bombas incendiarias lanzadas desde el barrio palestino adyacente de Jabal Mukaber.
Varios de los palestinos que han realizado ataques contra israelíes en la actual oleada de violencia, iniciada hace un mes, proceden de Jabal Mukaber.
Israel busca contener los ataques. Las autoridades han bloqueado carreteras y colocado retenes en la entrada de Jabal Mukaber y otros barrios árabes en Jerusalén oriental.
Las autoridades israelíes también implementaron otras medidas de seguridad, como verificaciones de identidad y pedirle a algunos residentes palestinos que se levanten las camisas o enrollen las perneras de los pantalones cuando se aproximan a sus barrios para demostrar que no portan cuchillos. Soldados han sido desplegados en Jerusalén y otras ciudades de todo Israel.
La colocación de barreras para dividir áreas de Jerusalén es un paso delicado que pone a prueba las reiteradas declaraciones de Israel en los últimos años, de que la ciudad es su capital no dividida y eterna.
Israel capturó Jerusalén oriental en la guerra de 1967 y posteriormente anexó la zona, en una medida que no es reconocida internacionalmente. Los palestinos quieren que Jerusalén oriental sea la capital de su ansiado Estado.
"Esto no tiene ningún sentido político", dijo Emmanuel Nahshon, portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel. "Es un aspecto más de nuestras medidas de seguridad".
Samri, la portavoz de la policía, dijo que la barrera se mantendrá "por el tiempo que sea necesario".
Los palestinos dicen que los cortes de carreteras son un castigo colectivo y poco efectivo para disuadir a los atacantes, ya que aquellos con la intención de causar daños llegarán a las zonas judías empleando otros caminos.
La oleada de violencia estalló hace un mes con motivo del Año Nuevo judío, alimentada por los rumores de que Israel estaba conspirando para tomar el control del lugar más sagrado en Jerusalén, conocido como Monte del Templo por los judíos y que acoge la mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar sagrado para los musulmanes y un símbolo nacional clave para los palestinos.
La oleada de violencia se extendió a barrios árabes de Jerusalén oriental y luego a Cisjordania, Gaza e Israel.
Israel niega las acusaciones, diciendo que no tiene intención de cambiar el statu quo del lugar, que los judíos pueden visitar pero donde no pueden orar.
Los palestinos dicen que la violencia es el resultado de casi 50 años de ocupación israelí y más de dos décadas de esfuerzos de paz fracasados.
El ejército de Israel expulsó el domingo a decenas de fieles judíos que se enfrentaron con palestinos tras entrar de forma ilegal en un santuario bíblico de Cisjordania que fue incendiado recientemente por palestinos.
El ejército dijo que unos 30 judíos accedieron a primera hora del domingo al complejo de la tumba de José en Naplusa, un sitio venerado por los judíos al tratarse del sepulcro de la figura bíblica de José.
Urge valentía para rechazar odio
El Papa Francisco aseguró ayer que sigue con aflicción el recrudecimiento de la violencia en Medio Oriente y urgió a establecer acciones valientes para rechazar el odio en esa región.
Esto durante su mensaje semanal antes de rezar la oración del Angelus, ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro del Vaticano y poco después de encabezar la misa en la cual elevó al honor de los altares como santos a cuatro beatos.
"Sigo con gran preocupación la situación de fuerte tensión y de violencia que aflige la Tierra Santa. En este momento existe necesidad de mucha valentía y mucha fuerza de ánimo para decir no al odio y a la venganza, para cumplir gestos de paz", dijo.
Agregó que está rezando para que Dios refuerce en todos, especialmente en los gobernantes y los ciudadanos, la valentía de oponerse a la violencia y de dar pasos concretos de distensión.