Emboscada. Tras el ataque, las autoridades iniciaron una búsqueda de los agresores.
Con declaraciones moderadas y tono conciliador, la policía, líderes políticos y activistas por los derechos civiles buscaron apaciguar las tensiones ayer jueves después que dos agentes fueran baleados frente al Departamento de Policía de Ferguson durante una protesta.
Los policías fueron dados de alta rápidamente del hospital, pero Jon Belmar, jefe policial del condado St. Louis, dijo que fácilmente podrían haber muerto, y consideró que el ataque se trató de "una emboscada". Mientras tanto, varias personas fueron detenidas para ser interrogadas después de que un equipo policial SWAT llegó a una vivienda en Ferguson cerca del sitio de los disparos. La policía no ofreció detalles de inmediato.
Los balazos representan la primera vez en ocho meses de tensiones en este suburbio de St. Louis que agentes reciben tiros en una manifestación, y el derramamiento de sangre amenaza con inflamar la ya de por sí tensa relación entre la policía y los manifestantes en momentos en que la ciudad busca aplicar reformas luego de un duro informe del Departamento de Justicia que señala que existen prejuicios raciales en la aplicación de la ley.
El ataque también pareció crear otra capa de desconfianza relacionada con la raza después que en la última semana un joven negro desarmado fue muerto por un agente blanco en Madison, Wisconsin, y la rama de una fraternidad en la Universidad de Oklahoma fuera expulsada del campus luego de que surgió un video en el que se veía a sus integrantes mientras entonaban un cántico racista. En Washington, el presidente Barack Obama recurrió a Twitter para transmitir sus oraciones por los agentes y denunciar la violencia contra la policía.
"El camino hacia la justicia es uno que todos nosotros debemos recorrer juntos", escribió el mandatario, y firmó el tuit con sus iniciales para indicar que él lo redactó personalmente.
El secretario de Justicia Eric Holder dijo que el atacante era un "maldito rufián" que buscaba "sembrar discordia en un área que intentaba organizarse, tratando de unir a una comunidad que había estado fracturada durante largo tiempo".
Los disparos fueron efectuados ayer jueves en la madrugada justo mientras un pequeño grupo de manifestantes comenzaba a dispersarse luego de una protesta nocturna que se llevó a cabo horas después de la renuncia de Tom Jackson, jefe de la policía de Ferguson.
Ofrece ayuda
El procurador general de Estados Unidos, Eric Holder, ofreció ayer ayuda al Departamento de Policía de Ferguson para investigar y esclarecer el atentado contra dos oficiales de policía durante una nueva protesta callejera por tensiones raciales.
"Estamos listos para ofrecer cualquier ayuda posible para una investigación de este incidente, incluyendo el completo rango de recursos investigativos del departamento (de Justicia)", apuntó Holder en un comunicado.
La madrugada de este jueves uno de los policías que vigilaban la manifestación recibió un disparo en la cara y otro en el hombro.
Una nueva ola de protestas se desató en Ferguson luego de leyes con tintes raciales y resoluciones que la sociedad no aprobó.