El científico argentino Edmundo Kraiselburd investiga en Puerto Rico si ciertas microfibras o partículas defectuosas de VIH (virus del Sida), que podrían estar presentes en el semen de personas infectadas, pueden ayudar a disminuir el riesgo de transmisión sexual.
Kraiselburd dijo que desde hace cinco años trata de determinar junto a otros científicos si algunas "partículas defectuosas del virus de sida podrían incluso servir para una vacuna" contra el VIH. Por el momento, han descubierto que esas partículas defectuosas "han inducido al sistema inmune" en pruebas de laboratorio, lo que les ha llevado a investigar si "producen algún tipo de defensa contra el virus del Sida". El científico residente en Puerto Rico indicó que aunque comprobaron que las defensas inmunes inducidas por las partículas defectuosas no protegen contra la infección, "el semen de alguna manera está inhibiendo la infección". Esta investigación comenzó luego de que científicos y epidemiólogos constataran que un grupo muy reducido de prostitutas en Nairobi no se infectaban con el Sida, a pesar de que tenían relaciones sin protección con hombres que estaban infectados.
Los científicos, según Kraiselburd, pensaron que posiblemente estas mujeres tenían "un sistema inmune o una genética diferente, pero nada de eso se pudo corroborar científicamente, hasta que se descubrió que las mujeres que dejaban el oficio por más de dos meses y luego regresaban a trabajar, se infectaban con el VIH".