Robert Lewandowski (i) y Thomas Mueller del Bayern celebran tras anotar 3-0 ante Milán. Bayern golea a Milán e irá por el título ante Real Madrid
La dura crítica que ha caído contra Pep Guardiola tras perder la Supercopa de Alemania, la silenció el Bayern Múnich con una exhibición futbolística ante el Milán, al que derrotó por 3-0, un marcador corto para los méritos de un equipo en el que brilló el chileno Arturo Vidal.
El campeón alemán jugará hoy la final contra el Real Madrid.
Con un equipo con más presencia de jugadores suplentes y poco habituales, sin Thiago Alcántara ni Arjen Robben a los que dio descanso Guardiola, el Bayern hizo disfrutar a un Allianz Arena lleno. Diego López impidió una goleada más sonrojante en una noche en la que brilló el español Juan Bernat, Vidal dejó muestras de lo que puede aportar, se exhibió el brasileño Douglas Costa y Götze pidió mayor protagonismo.
Milán se topó con un vendaval en el primer acto. Vidal cómodo, disfrutando de libertad en la medular para explotar su físico y Götze repartiendo fútbol, Diego López frenaba como podía las continuas llegadas del Bayern.
Ayudado en ocasiones por la madera de los postes. Nada pudo hacer ante el disparo de Bernat que tocó en un defensa del Milán para modificar su dirección a los 23 minutos y abrir el marcador.
Vidal lo remataba todo y se topaba con el larguero en un testarazo, Costa hacía brillar al portero español y el poste salvaba el remate con el pecho del danés Pier-Emile Hojbjerg. El Milán no tenía capacidad para responder y demasiado hacía manteniéndose en pie.
En la segunda parte, una plástica volea de De Jong pudo ser el gol del torneo y fue la última noticia del Milán, el Bayern recuperó el rodillo y ya no hubo quien lo frenase. Entró Xabi Alonso que sembró el peligro a balón parado, el colombiano Cristian Zapata se lesionó al evitar un tanto en boca de gol, Diego López volvió a brillar ante Bernat y ya nada pudo hacer ante el disparo ajustado de Götze. Buscó a Lewandowski, el balón quedó muerto y lo golpeó a la perfección.
El broche lo puso el propio Lewandowski, que castigó con un latigazo la mala salida de balón del Milán.