Esta enfermedad es muy contagiosa por lo cual se debe de extremar las precauciones, para evitar que entre al establo de ganado caprino. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de abscesos en los nódulos linfáticos. Es contagiosa crónica, la puede contraer las cabras y otros animales domésticos. Origina una pérdida gradual de peso y un síndrome de estado pobre de carnes y baja producción.
En la región Lagunera esta enfermedad es muy común observarla en algunos hatos, principalmente en los sistemas intensivos.
Es causada por un cocobacilo pequeño Gram. positivo llamado Corynebacterium ovis (sinónimo sé C. Pseudotuberculosis). La enfermedad empieza cuando la cabra ingiere la bacteria en el alimento o agua contaminada. El microorganismo causante de esta enfermedad también penetra a través de heridas o raspaduras de la piel. Una vez adentro de la cabra, el C. Ovis llega a vasos linfáticos, luego a los nódulos, donde causa una linfadenitis (infección de nódulos linfáticos).
En los nódulos se produce primero pus (linfadenitis purulenta), luego un exudado necrótico espeso, de color verde-blanquecino, que se asemeja a la pasta dental seca (linfadenitis caseosa). Este proceso puede tornar varios años, normalmente los abscesos se presentan después del primer año de vida de la cabra.
Los abscesos aparecen en todos los nódulos linfáticos superficiales, especialmente alrededor de la garganta (parotideos), enfrente de los hombros (preescapular) y arriba de la ubre en los flancos(inguinal superficial). Estos abscesos en ocasiones se "rompen" con la consiguiente salida de pus, la que contiene un gran número de bacterias que van a contaminar directamente a otras cabras, o bien, a los bebederos, comederos y corrales.
Los abscesos internos, causan presión sobre los órganos adyacentes, lo cual resulta en síntomas como tos crónica o dificultad para respirar.
El diagnóstico clínico de linfadenitis caseosa se basa en las lesiones visibles; Esto es, en los abscesos de los nódulos linfáticos superficiales. La mayoría de estos abscesos (75%) se localizan en la cabeza y cuello de la cabra. A medida que los abscesos "maduran", el nódulo linfático puede incrementarse entre 4 y 10 veces con relación a su tamaño normal; sin producir dolor al animal.
La terapia para los abscesos superficiales consiste en la ruptura del mismo a través de una incisión, y su drenado. El sitio de la herida debe limpiarse y desinfectarse, esta rutina debe repetirse hasta que la herida cicatrice. Esta terapia local enteramente efectiva, pues nuevos abscesos pueden aparecer después de que la cabra se haya recuperado de la operación. Las inyecciones de antibióticos no son efectivas contra esta enfermedad debido a la imposibilidad del antibiótico de llegar al sitio de la infección.
Para el control se debe evitar la introducción al hato de animales infectados. Observando y palpando los nódulos linfáticos superficiales, particularmente los del área de la cabeza y cuello.