Internet. Esta es la imagen del nuevo enrutador inalámbrico que lanzó Google. (ARCHIVO)
Google está produciendo enrutadores Wi-Fi como parte de su ambición de ofrecer mejores conexiones a internet para que sea más fácil para la gente acceder a sus servicios digitales y ver más de su publicidad en línea.
La compañía con sede en Mountain View, California, promete que su nuevo enrutador inalámbrico, llamado OnHub, será más elegante, más confiable, más seguro y más fácil de utilizar que otras alternativas que llevan mucho tiempo establecidas elaboradas por Arris Group, Netgear, Apple y otros especialistas en hardware. Google se asoció con el productor de dispositivos de conexión TP-Link para construir al OnHub. OnHub también se adaptará a las necesidades cambiantes de sus propietarios, ya que su software se actualizará constantemente para desbloquear nuevas herramientas, de acuerdo a Trond Wuellner, gerente de producto en Google Inc. El concepto es similar a las actualizaciones automáticas de software que la compañía hace en su navegador Chrome y computadoras personales que corren el sistema operativo Chrome.
La expansión de Google a los enrutadores inalámbricos podrá traer recuerdos de cómo la compañía transgredió las redes Wi-Fi en hogares y comercios alrededor del mundo durante más de dos años a partir de 2008.
En 2010, Google reconoció que autos empresariales que tomaban fotos para sus mapas digitales también interceptaban correos, contraseñas y otra información sensible enviada a través de redes Wi-Fi sin protección. A la intrusión se le conoció en tono burlón como "Wi-Spy".
Aunque Google insistió que no infringió ninguna ley, pagó siete millones de dólares en 2013 como parte de un acuerdo por las acusaciones hechas por 38 estados y el Distrito de Columbia por espiar ilegalmente en Estados Unidos.
Google promete no utilizar al OnHub para monitorear la actividad en internet de los usuarios. La compañía todavía almacenará información personal enviada a través de la conexión de internet enlazada con OnHub cuando un usuario visite un motor de búsqueda de Google u otros servicios, como YouTube o Gmail, cuando los controles de privacidad estén establecidos para permitir la recolección de información.
Google tiene un incentivo financiero para hacer al internet más accesible y menos frustrante al uso porque corre el motor de búsquedas dominante en el mundo, así como YouTube y Gmail. Google también espera vender más electrodomésticos y otros equipos que requieran conexión inalámbrica a internet.
Las preventas del enrutador inalámbrico de 199 dólares pueden hacerse a partir del martes en la tienda en línea de Google, Amazon.com y Walmart.com. El dispositivo estará a la venta en Estados Unidos y Canadá a finales de agosto o principios de septiembre.
Teléfono a bajo costo
Google presentó un smartphone de bajo precio en seis países africanos donde la mayoría de las personas no pueden costearse un dispositivo que pueda conectarse a internet.
El teléfono anunciado el martes es fabricado por Infinix y costará unos 87 dólares. Se venderá en tiendas en Nigeria y lo ofrecerá la tienda online Jumia en otros cinco países: Egipto, Ghana, Costa de Marfil, Kenia y Marruecos.
Infinix trabajó con Google en el teléfono "Hot 2" como parte de un programa llamado Android One que debutó en India el año pasado.
Android One representa el intento de la Google por bajar los precios de los smartphones en partes menos desarrolladas del mundo donde las computadoras son consideradas un lujo.
Google consulta con los fabricantes de los aparatos para construir teléfonos que puedan correr la versión más reciente de su sistema operativo Android.
El teléfono de Infinix se venderá con una versión de Android que salió el año pasado conocida como "Lollipop" y será capaz de funcionar con la nueva versión del software, llamada "Marshmallow" y que saldrá a finales de este año.
El precio del Hot 2 es una gran diferencia comparado con otros smartphones equipados con el software más nuevo de Android. Por ejemplo, los precios de los nuevos teléfonos de Samsung Electronics con Android costarán de 700 a 800 dólares en Estados Unidos.
Sin embargo, los teléfonos Android que se venderán en África son modelos sencillos que no podrán hacer muchas de las funciones que tienen los aparatos más caros.