Saludables. Aunque los trillizos están en buenas condiciones, permanecerán esta semana en observación. (Edith González)
Buscaba su segundo y último hijo, pues pensaba en una familia pequeña, pero Dios "multiplicó" la bendición y le mandó tres.
Alma Karina Reyes Pérez es maestra y su esposo, Salvador Bárcenas Herrera, es trailero. Nunca se sometieron a tratamientos para concebir, ya que tiene una niña de 7 años y justo consideraron que era hora de darle un hermanito.
Sin embargo, durante el primer ultrasonido, el ginecólogo le dijo que eran dos productos, causando su asombro algo de preocupación y a la vez felicidad por sus dos hijos.
"Cuando me enteré de que estaba embarazada fui a hacerme un ultrasonido y ahí salió que eran dos, porque nada más se veían dos. No estábamos listos, pero recibimos la noticia muy contentos".
En el quinto mes de gestación le dijeron que no eran dos, sino tres bebés los que daría a luz. "Me fui a hacer un ultrasonido de cuarta dimensión y ahí fue donde me dijeron que no eran dos, que eran tres. Ya habían pasado 5 meses y estábamos en la creencia de que eran dos, no me lo esperaba, ahora sí que fue la voluntad de Dios porque nunca estuve en tratamiento ni nada, fue así porque Dios quiso", dice.
A los seis meses, la maestra fue incapacitada debido al riesgo del embarazo y porque ya no podía conducir, pues ya no cabía en el asiento del vehículo.
El nacimiento estaba programado para la semana pasada, sin embargo, el ginecólogo pidió continuar para que los bebés ganaran peso. Finalmente, los dolores y las contracciones sobrevinieron durante la noche del lunes y el martes a las 7 de la mañana, los bebés vieron la luz.
Fueron dos varoncitos y una mujercita los que tuvo, otra sorpresa más ya que su ginecólogo particular le había dicho que eran dos niñas y un niño. Todos de buen peso. Uno de ellos pesó 2 kilos 600 y midió 44 centímetros, otro más midió lo mismo, pero pesó 2 kilos 250 gramos, mientras que la mujercita midió 47 centímetros y pesó 2 kilos. La niña se encuentra en la incubadora, su salud es estable, pero los doctores esperan que recupere más peso.
La maestra dice Dios le envió una bendición triple y confía en que interceda para ayudarle a sacarlos adelante. "De mi parte y la de mi familia también pondremos todo para sacarlos adelante, pero tengo fe en que si Dios me los mandó, Dios me va a ayudar".
Si alguna persona busca apoyar con leche o pañales a los trillizos, pueden llamar al 791-76-78, o bien, acudir al Hospital del ISSSTE de Torreón, ubicado frente a la Alameda Zaragoza.
