La confianza del consumidor de México sufrió un tropezón en abril, su mayor caída en nueve meses, lo que refleja el resurgimiento del pesimismo de la población con respecto a su situación económica y a la del país en general.
En abril pasado, el Índice de Confianza del Consumidor elaborado de manera conjunta por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Banco de México presentó una disminución mensual de -2.08 por ciento con cifras ajustadas por estacionalidad, su peor retroceso desde julio del año pasado. La tendencia es negativa en lo que va del año.