Música sacra. La última obra escrita por Mozart, fue interpretada anoche por la Camerata de Coahuila junto a grandes invitados. (Jorge Téllez)
No cabe duda que dentro del repertorio sacro, las misas tienen un lugar especial. Más si se trata de la última escrita por Mozart, El Réquiem. Obra que ayer durante el concierto de Camerata de Coahuila, contó con una destacada participación del coro de la Escuela Municipal de Música Silvestre Revueltas, desde la introducción, con la soprano Marcela Chacón, solista invitada, hasta el Offertorium.
Uno de los conciertos de temporada que además ha registrado mayor asistencia de público, principalmente jóvenes. Las dos voces masculinas, del tenor Gilberto Amaro y el barítono Carlos Sánchez, destacaron sobretodo en el Recordare de la Sequentia, y en el Benedictus del Sanctus.
Un concierto que contó además con la participación de la mezzo Itia Domínguez, cuatro solistas invitados que junto al coro lagunero, presentaron completa una de las obras más destacadas del compositor austríaco, un acto litúrgico llevado a la música.
Al igual que la parte coral, también destacó en el concierto de anoche el cuerpo de cuerdas de la orquesta coahuilense, dirigida por el maestro Ramón Shade.
Un programa que en su cierre repitió dos ancores ante el reconocimiento del público lagunero.