Humo denso y nocivo cubrió el jueves la capital de Jamaica mientras el viento avivaba un incendio en un basurero al aire libre ubicado a las orillas de la ciudad.
Los bomberos trataban de extinguir el fuego mientras este arrojaba humo punzante en Kingston y partes del poblado cercano de St. Catherine. Las escuelas cerraron y el gobierno recomendó a los habitantes mantenerse en lugares cerrados y con las ventanas cerradas.
Las autoridades aseguraron que el incendio ya estaba controlado, aunque las columnas de humo gris crecían y cambiaban de dirección por el viento. Algunas personas que tuvieron que salir en las zonas más afectadas de la capital de Jamaica se cubrían la nariz y boca con trapos o pañuelos.
Durante años han ocurrido varios incendios en el basurero de Riverton City, lo que ha exasperado a los vecinos que se preocupan por los efectos a la salud de estar respirando humo y contaminantes microscópicos. Prácticamente no hay control sobre lo que se tira, por eso todo tipo de desperdicio industrial y comercial se quema cuando inicia un incendio, muchas veces ocasionado a propósito.
El último incendio importante, en abril de 2014, ardió casi dos semanas y envió al hospital a muchas personas con afectaciones respiratorias.
Hace unos tres años, un estudio del gobierno encontró que alarmantes niveles de compuestos orgánicos fueron liberados por un incendio en el lugar administrado por la Autoridad Nacional de Manejo de Desperdicios Sólidos. Benceno, sustancia química cancerígena, fue detectado en una cantidad tres veces mayor a los estándares de la Organización Mundial de la Salud.
Después de un incendio en 2012, el ministro del Medioambiente Robert Pickersgill reconoció que la situación afectaba a la salud pública. Pero el basurero sigue quemándose, y la ciudad más grande de la isla se vuelve a cubrir de humo cada vez que esto ocurre.
Diana McCaulay, jefa de la organización sin fines de lucro Jamaica Environment Trust, dijo que claramente ha persistido una falla en el manejo de los desperdicios sólidos en la isla.
"El incendio en el basurero es un riesgo serio para la salud pública y simplemente no es suficiente decir que las llamas se apagarán pronto. Los encargados deben rendir cuentas", dijo McCaulay en un email.
