La semana pasada leí en este diario un artículo de Jesús Silva Herzog acerca del Dr. Oliver Sacks, considerado como el mejor neurólogo del mundo. En este artículo llamado "Narrar la propia muerte", Silva Herzog se refería al hecho de que el Dr. Sacks ha sido diagnosticado con un cáncer terminal en el hígado y sólo le queda poco tiempo de vida. Resaltaba Jesús la forma tan particular y sobresaliente en que el famoso neurólogo ha asimilado la noticia de su enfermedad terminal.
Para conocer con más detalle lo que el Dr, Sacks comparte con el mundo acerca de lo que él llama "Saber que se tiene cáncer terminal", obtuve una copia de su propio artículo el cual apareció en las páginas del New York Times el 19 de febrero pasado. Agradecido por su larga vida y sintiéndose hace dos meses con una salud robusta a sus 81 años, nadando diariamente 1600 metros, a principios de febrero de este año se le diagnosticó múltiple metástasis en el hígado- La metástasis es el proceso de propagación de un foco canceroso a un órgano distinto de aquel en que se inició. Ocurre generalmente por vía sanguínea o linfática-.
En el año 2006 se le detectó al Dr. Sacks un tumor maligno en uno de sus ojos, las radiaciones y el laser usados para remover el tumor le ocasionaron ceguera permanente en ese ojo. Y, como él dice "aunque la metástasis ocular es muy poco probable, yo me encuentro entre los que no tuvieron suerte". "Me siento muy agradecido por haber vivido nueve años de buena salud y buena productividad desde el diagnóstico original, pero ahora estoy cara a cara con la muerte". "El cáncer ocupa la tercera parte de mi hígado y aunque avanza lento, este tipo de cáncer no se puede detener".
El Dr. Sacks dice que solamente depende de él, decidir cómo vivir los meses que le quedan de vida. Quiere vivirlos de la forma más rica, profunda y productiva tanto como pueda. Lo inspiran las palabras de su filósofo favorito David Hume-filósofo, economista, sociólogo e historiador escocés-, quien sabiendo que estaba enfermo de muerte a los 65 años, escribió su autobiografía corta en un solo día poco antes de morir en abril de 1776, titulándola "Mi propia vida".
Hume escribió: "Sólo espero un fin rápido; he sufrido muy poco dolor con mi enfermedad, y lo más extraño es que mi vitalidad no ha declinado ni he sentido mi espíritu abatido. Tengo la misma pasión por el estudio y el mismo regocijo cuando estoy acompañado".
El Dr. Sacks dice que ha sido lo suficientemente afortunado para vivir 81 años, ha publicado cinco libros y ya terminó su autobiografía, un poco más larga que la de Hume y se publicará en este mes, adicionalmente, está a punto de terminar de escribir otros libros.
Oliver dice que ha disfrutado al máximo las relaciones amorosas y de amistad y no siente odio por nadie, no es una persona de mala disposición, sino todo lo contrario, tiene una vehemente disposición, con "violento" entusiasmo y sumamente apasionado. Reconoce que es muy difícil estar tan distante de la vida, como lo está ahora, "En los últimos días he visto mi vida desde una gran altura, como si estuviera viendo un paisaje, con un profundo sentido de conexión con todo, sin que ello signifique que estoy acabado, al contrario, me siento intensamente vivo y quiero y espero, que en lo que me queda de vida pueda profundizar más mi amistad y decirle adiós a los que amo. Quiero escribir más, viajar si todavía tengo fuerza y lograr niveles más altos de comprensión y conocimientos. Lo anterior involucra audacia claridad y franqueza, arreglar mis cuentas con el mundo y, ¿Por qué no?, invertir algo de tiempo en divertirme".
"Siento un repentino enfoque y perspectiva, ya no tengo tiempo para lo que no sea esencial, me debo enfocar en mí mismo, mi trabajo y mis amigos. Ya no pondré atención a las noticias ni a la política ni al calentamiento global, no por indiferencia, sino por desapego. Me regocijo cuando me reúno con gente joven, incluso con los jóvenes doctores que me hicieron la biopsia y que diagnosticaron mi metástasis, el futuro está en manos de los jóvenes".
En los últimos 10 años, el Dr. Sacks ha sabido de la partida de muchos de sus contemporáneos, dice que su generación va de salida y cada una de las muertes de sus amigos ha cortado una parte de él mismo. "Una vez que nos vayamos, no habrá nadie como nosotros, cuando la gente muere, nada la puede reemplazar, dejan hoyos que nadie más podrá llenar. El destino de cada ser humano es único e individual para encontrar su propio camino, vivir su propia vida y morir su propia muerte".
"No pretendo aparentar que no tengo miedo, pero mi sentimiento más importante es de gratitud. He amado y he sido amado; he recibido mucho y he devuelto algo en compensación. He viajado, he leído, he pensado y he escrito. He tenido interacción con el mundo, el tipo de interacción de los escritores y lectores.
"Pero sobre todo, he sido sensible, un animal pensante en este bello planeta y todo esto ha sido un enorme privilegio y una gran aventura".
El día que el NY Times publicó este artículo, se recibieron 808 comentarios de los lectores. Leí la mayor parte de ellos, aquí uno de los más sobresalientes: "DrSacks, su artículo me ha hecho llorar; a mis 71 años, usted me ha hecho regresar a la realidad para apreciar la bendición de estar vivo. Es usted una persona admirable y le agradezco mucho que comparta con nosotros sus pensamientos en el tiempo que le queda de vida, sus palabras son inspiración para vivir bien y para bien morir".