El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, presentó su renuncia al cargo, la madrugada de ayer.
La fiscalía general de Guatemala informó la noche del miércoles que fue girada una orden de detención contra el presidente, quien la víspera fue despojado de su fuero por el Congreso para que enfrente acusaciones de corrupción.
El juez Miguel Ángel Gálvez aprobó la orden de detención, en un hecho histórico en la nación centroamericana para un presidente en ejercicio, y a unos días de las elecciones.
El abogado del mandatario, César Calderón, dijo que Pérez estaba decidido a presentarse voluntariamente ante la justicia para enfrentar las acusaciones. Aseguró que no huiría del país.
Por la tarde de ayer, el Congreso de Guatemala aceptó de manera unánime la renuncia de Otto Pérez Molina.
Los 118 congresistas que se encontraban presentes en la sesión del Congreso votaron a favor de la aceptación de la dimisión.
Se registraron 42 legisladores ausentes.
Luego de oficializar la renuncia de Pérez Molina, cuyo mandato presidencial de cuatro años terminaría el próximo 14 de enero, la junta directiva parlamentaria convocó al vicepresidente Alejandro Maldonado para que asumiera como mandatario.
Mientras Maldonado asumía el cargo, Pérez Molina se encontraba en un tribunal haciendo frente a acusaciones por recibir sobornos, y por verse involucrado en una trama de corrupción en la que presuntamente un grupo de empresarios pagaba dinero para evitar el pago de aranceles de importación y agilizar trámites.
