Búsqueda. Además del desgaste físico y emocional, los familiares atraviesan por una crisis económica.
Los zapatos para buscar a sus familiares desaparecidos están desgastados, ya no dan para más. El fin de semana, dos integrantes del Grupo Vida, Ricardo y Esperanza, ambos de la tercera edad, tropezaron en las inmediaciones del Cañón del Indio de Torreón debido a que el calzado que utilizan se encuentra en malas condiciones.
"Ahorita traigo mis rodillas raspadas, me caí porque los tenis me quedan grandes, son del número 8, me los dio una señora que me remienda la ropa, eran de su hijo, pero ya se me están despegando, tengo mucha necesidad de buscar a mi hijo y por eso sería bueno que aunque sea nos hicieran unos huaraches de llanta para que no nos pasen las espinas ", dice Esperanza.
La mujer tiene a su hijo desaparecido. Gerardo López Ibarra se extravió el día 7 de mayo del año 2010, es taxista, se encontraba laborando y alrededor de las 9 de la noche nadie supo más de él.
Desde entonces, Esperanza lo ha estado buscando, pero hasta el momento no ha tenido ninguna pista.
En la agrupación se ha invertido en equipo, en aparatos de radio, en palas, en varillas y alimentos, pero después de diez búsquedas independientes que ha realizado, el dinero en sus bolsillos es insuficiente. Sin embargo, lo mantiene firme el hecho de encontrar alguna pista para encontrar a sus seres queridos, la mayoría de ellos extraviados desde hace más de dos años.
"Las autoridades nos prometieron unas botas y no nos las han dado, ya no traemos zapatos, pero aquí andamos, nomás queremos decirles que ellos ya se dieron cuenta de que sí estamos trabajando, de que hemos encontrado cosas y que les estamos ayudando, no les estamos pidiendo un sueldo, sólo queremos las botas para seguir caminando", dijo Silvia Ortiz, presidenta del Grupo Vida.
Vehículos
Desde hace un par de semanas, la agrupación carece de vehículos para poder trasladarse. Este fin de semana, el Seminario de Torreón le prestó una camioneta.
